Descubren cría de lobo preservada en muy buen estado de 57.000 años en el permafrost del Yukón
Tijuana, B.C., Diciembre 23.- El hielo conserva muy bien la materia, fue así como en el verano de 2016, Neil Loveless, un minero de oro descongeló algo inesperado en el Yukón canadiense (un territorio silvestre, montañoso y escasamente poblado en el noroeste de Canadá, donde se encuentran el Parque y Reserva Nacional Kluane incluye el monte Logan, la cima más alta de Canadá). Mientras disparaba con un cañón de agua una pared de permafrost para liberar las riquezas que ocultaba en su interior, Loveless encontró una momia de lobo mientras derretía en el hielo, destacando que el espécimen es el más antiguo y completo que se ha descubierto hasta la fecha.
Según National Geografic, el minero resguardo al cachorro en un congelador hasta que los paleontólogos pudieran observarlo "descubrieron que el animal, muy bien conservado, era una hembra joven y formaba parte de un ecosistema desaparecido que data de una época en la que el noroeste de Canadá estaba habitado por mastodontes estadounidenses y otra megafauna del Pleistoceno. El pueblo local de Tr’ondëk Hwëch’in llamó al cachorro de 57 000 años Zhur, que significa «lobo» en el idioma de la comunidad."
De la misma forma, se han recuperado mamíferos de la tundra siberiana que se remontan a la época del Pleistoceno, un período que transcurrió hace entre 2,6 millones y 11 700 años, también conocida como la Edad de Hielo, debido al inmenso tamaño de los casquetes polares.
El hallazgo de un lobo en tan buen estado en el Yukón no tiene precedentes
"Preservar un carnívoro de forma tan extraordinaria nos ofrece una oportunidad única para analizar los ecosistemas de la Edad de Hielo desde el punto de vista de un depredador", indica Tyler Murchie, paleogenetista de la Universidad McMaster que no participó en el estudio.
Los expertos en la materia indican que uno de los animales salvajes emblemáticos de la actual Norteamérica, los lobos grises no evolucionaron en este continente, los indicios apuntan que los cánidos aparecieron en Eurasia y cruzaron el puente terrestre de Bering a finales del Pleistoceno, hace más de 500 000 años.
"Zhur data de un período de tiempo que no es muy conocido en el Yukón en materia de momias", afirma Barnett. Al examinar los restos del ADN del cachorro de lobo, Meachen y sus colegas descubrieron que este espécimen documenta un grupo de lobos que ya no existe en la región.
"Zhur pertenecía a una población que tenía vínculos genéticos con los lobos de Alaska y Eurasia; en cambio, los lobos que viven en el Yukón hoy en día tienen una firma genética diferente. Los hallazgos sugieren que los primeros lobos grises del Yukón fueron aniquilados y luego remplazados por otras poblaciones que ya habían llegado mucho más al sur".
Fotografía de Government of Yukon.-Debido al aumento de temperaturas globales, es posible que en los próximos años se encuentren más 'momias'
"El ADN antiguo demuestra una y otra vez lo complejas que son las historias evolutivas y la paleoecología de lo que podríamos sacar de los estudios de huesos y fósiles", afirma Murchie.
"Lamentablemente, la vida de Zhur se truncó. Parece que murió cuando su madriguera se derrumbó y el entierro rápido facilitó la preservación excepcional de su cuerpo. Otros mamíferos de esta época —como suslics árticos y hurones de pies negros— se han conservado de la misma forma."
Zhur existió en una intersección antigua, no solo entre períodos glaciales fríos, sino entre poblaciones de lobos que ahora están separadas. Al estudiar los genes del cachorro, los científicos pueden comprender mejor su lugar en el mundo antiguo y lo que ha cambiado desde entonces. "El ADN antiguo está dando vida al dinamismo del Pleistoceno tardío que en gran medida era invisible al solo estudiar los huesos", afirma Barnett.
Hasta la fecha se continua investigando desplazamiento de los animales durante el Pleistoceno, los estudios a partir de fragmentos de ADN antiguo encontrados en especímenes conservados permiten conocer más acerca de la vida de los animales del pasado; cabe destacar que los restos de Zhur ofrecen datos importantes. Al combinar huesos y genes, los investigadores obtienen un amplio panorama de los mundos perdidos en la Edad de Hielo.