El Gol que el turismo necesita
El Mundial de Fútbol 2026 no será solo un espectáculo deportivo; será uno de los eventos turísticos más importantes en la historia reciente de México. Y es que cuando el balón ruede, no solo se jugarán partidos... también se moverán vuelos, hoteles, mesas en restaurantes, experiencias culturales, transportes y miles de millones de pesos. Literalmente.
México será sede, junto con Estados Unidos y Canadá, de la primera Copa del Mundo con 48 selecciones. Y aunque los reflectores estén sobre los estadios, el verdadero escenario estará en las calles, en las ciudades anfitrionas, en los negocios locales y en la experiencia que demos a millones de visitantes.
Una derrama económica de otro nivel
Según estimaciones de la FIFA y expertos en economía del turismo, México podría recibir más de 2 millones de visitantes internacionales solo por el Mundial. Si cada uno de ellos gasta un promedio de $1,500 USD en alojamiento, comida, transporte, souvenirs y tours, estaríamos hablando de una derrama económica que supera los 3 mil millones de dólares.
Y eso, sin contar el turismo nacional, que también se moverá dentro del país para ver partidos o vivir la fiesta.
Ciudades como Ciudad de México, Guadalajara y Monterrey serán los principales puntos de encuentro, pero el impacto se sentirá mucho más allá: aeropuertos, carreteras, zonas turísticas cercanas y todo el ecosistema de servicios turísticos.
¿Estamos listos para recibir al mundo?
La oportunidad es histórica, pero también lo es el reto. Recibir a millones de turistas no es solo una cuestión de infraestructura, sino de calidad, hospitalidad y visión a largo plazo.
1. Transporte eficiente y conectado
Tendremos visitantes que no conocen el idioma, que vienen con el tiempo justo y que necesitan moverse rápido. Mejorar y reforzar la señalización, la conectividad entre aeropuertos, estadios y zonas hoteleras será crucial. El transporte público debe ser más intuitivo, seguro y amigable.
2. Hoteles y hospedajes con enfoque en experiencia
No solo se trata de tener habitaciones disponibles, sino de que estas ofrezcan una experiencia de calidad: buena atención, limpieza impecable, trato cálido y conocimiento básico del evento. Además, es importante preparar también a plataformas como Airbnb, hostales y hospedajes alternativos.
3. Gastronomía lista para conquistar paladares
La comida mexicana es una joya turística por sí sola. Restaurantes, mercados y fondas deben prepararse con menús en otros idiomas, atención al detalle y, por qué no, pequeños guiños futboleros en la oferta (¿ya imaginas un "taco mundialista"?).
4. Capacitación del personal turístico
Desde recepcionistas hasta taxistas, meseros y guías turísticos, la capacitación en hospitalidad, idiomas, atención multicultural y manejo de turistas será clave. Lo que un visitante recuerde de su viaje no siempre será el gol, sino cómo lo trataron en el hotel o lo ayudaron en la calle.
5. Promoción turística inteligente
El Mundial es una vitrina. No basta con que los turistas vengan a los partidos. Hay que invitarles a conocer más de México: desde el tequila en Jalisco, hasta los viñedos en Baja California, las playas, pueblos mágicos y la riqueza cultural. Y hacerlo con contenido atractivo, guías digitales y buena señalización.
El Mundial puede ser un antes y un después para el turismo mexicano
Más allá de los 90 minutos que dura cada partido, el verdadero juego será el de mostrar al mundo que México sabe recibir, emocionar y dejar huella. Si hacemos bien las cosas, el Mundial no durará solo un mes: su efecto puede quedarse por años, impulsando el turismo, los negocios y el orgullo nacional.
Como país, tenemos todo: paisajes, sabor, historia, cultura y pasión. Solo falta prepararnos con orden, calidad y visión. Porque esta vez, no solo viene el fútbol... viene el mundo entero.