El rechazo a la diversidad

PERSPECTIVA

La legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo, también llamado matrimonio igualitario o matrimonio homosexual, constituye sin lugar a dudas una de las grandes revoluciones culturales del siglo XXI. Holanda fue el primer país que en el año de 2001 legitimó estas uniones.

Ahora ya decenas de países han aceptado en sus legislaciones estos matrimonios. Lo siguieron otros países Bélgica, España, Noruega, Suecia, Portugal, Islandia, Dinamarca, Francia, Luxemburgo, Eslovenia, Gales, Escocia, Inglaterra, Finlandia, Nueva Zelanda, Canadá, Argentina, Uruguay y Brasil.

En México el 19 de junio del año 2015 la Suprema Corte de Justicia de la Nación publicó una tesis Jurisprudencial en la que dictaminó que son inconstitucionales las leyes que en las entidades federativas sigan considerando que la finalidad del matrimonio es la procreación, porque la finalidad del matrimonio es la protección de la familia , por lo tanto --dice la Suprema Corte-- es discriminatorio establecer las preferencias sexuales de los contrayentes para contraer matrimonio y afirma rotundamente que “ Ninguna norma, decisión o práctica de derecho interno, de las autoridades estatales o de particulares pueden restringir los derechos que tiene una persona para contraer matrimonio” Clarísimo, los matrimonios entre personas del mismo sexo, son legales.

Sin embargo y a pesar de esa ley, actualmente son sólo 19 los estados de la república mexicana que han confirmado en sus leyes estatales lo establecido por la Suprema Corte. Baja California, se sigue resistiendo. Grupos religiosos sobre todo, ofrecen una seré de argumentos de tipo moral, para evitar que se cumpla la ley.

El terror que representa para esos grupos la legalización de estos matrimonios se extiende hasta pensar que estas parejas puedan adoptar niños, y ante la hipotética pregunta de ¿Cómo se vería afectada la vida de este niño socialmente?

Es fácil contestarla. Por supuesto que hay altísimas probabilidades de que estos niños sufran burlas o acoso en su entorno social, es cierto, --serán las primeras generaciones que marcarán el inicio de las familias modernas homosexuales--, pero también valdría la pena preguntar ¿No hay riesgos más graves para los niños, que el tener padres diferentes? Por ejemplo: Los miles de niños en los albergues, muchos de ellos abandonados al nacer, esperando una adopción que nunca llega, el flagelo de los carteles de la droga que los utilizan como peones, niños pidiendo limosna en las calles, niños físicamente y emocionalmente maltratados en sus propios hogares, niños violados por sacerdotes pederastas y etcéteras y etcéteras.

¿Por qué esos grupos que se manifiestan llenos de indignación, arguyendo principios de moralidad y buenas costumbres, no empiezan por revisar las realidades de miles de niños que en este país están terriblemente condenados a vivir en el sufrimiento, la marginación y la ignorancia?

¿En qué estadística o afirmación científica se basan para afirmar que los padres LGTB asumirían esa dura tarea de llegar a serlo sólo para abusar de sus hijos o descuidarlos? Sin embargo, las estadísticas de niños maltratados o abusados demuestran que en su mayoría, los victimarios son personas heterosexuales.

Los nuevos modelos familiares ya no son los mismos, (esposo, esposa, hijos) o familias extendidas con tíos y abuelos y otros parientes. El reconocimiento social de las distintas orientaciones sexuales e identidades de género está evolucionando al mundo en los modelos de convivencia. La creciente visibilidad de los grupos LGTB y su lucha por obtener sus derechos civiles acorde a los nuevos tiempos, desafían prejuicios fuertemente arraigados que finalmente tendrán que ser derribados porque condenar a la humanidad a sujetar a todos los seres humanos a un determinado modelo de vida, es cerrar los ojos a la realidad y propiciar la injusticia y la discriminación.

El concepto del matrimonio y las leyes que lo contemplan cambian y se actualizan, Baja California debe dejar atrás prejuicios y morales añejas y tomar una clara posición ante estas nuevas realidades que enmarcan las comunidades LGTB.

.viveleyendo.normabustamante@gmail.com