La Fidelidad

Rogelio Aros Guzmán

“Hay maridos tan injustos que exigen de sus mujeres una fidelidad que ellos mismos violan, se parecen a los generales que huyen cobardemente del enemigo, quienes, sin embargo, quieren que sus soldados sostengan el puesto con valor. Plutarco.

La Fidelidad es un valor humano muy difícil de encontrar, de allí que sea en extremo apreciado por aquellos o aquellas que tienen a alguien que les sea fiel. La fidelidad es un valor que se debe ejercer en dos vías. Es decir, no se pude exigir fidelidad cuando se es infiel, porque entonces sería sacrificio de quien le es fiel al infiel.

Es extremadamente importante serle fiel a la pareja, a la nación, a las tradiciones, al estado (que no al mal gobierno), a la familia y a la sociedad, porque en la medida que seamos fieles, estaremos contribuyendo a que las cosas funcionen de una mejor manera. Este valor es uno que lleva impregnado la verdad, el honor, el respeto, el compromiso, y otros tantos valores que tienen que ver con el buen comportamiento y el cumplimiento de los deberes que se tienen en un conglomerado social.

Es verdaderamente importante que se tenga la obligación de ser fiel a los principios que profesamos los humanos, pero no debemos confundir a la fidelidad con el contubernio o con el martirio. Es decir, existen personas y grupos en la vida que exigen fidelidad a la religión, cuando la tergiversan y la usan como un medio de dominación y explotación encanallada. Hay quienes exigen fidelidad sexual y afectiva en el matrimonio, cuando son infieles casi a diario. Hay otros que exigen ser fieles a las normas establecidas en los sistemas legales de los países, pero ellos son verdaderos trúhanes que rompen las normas día a día para ejercer la corrupción, las tropelías y el engaño para enriquecerse vilmente a costa del sudor y sangre de los pueblos que regentean como negocios propios. Y otros que manipulan las organizaciones políticas, para fingir falsas democracias y explotan a los partidos políticos para beneficiarse con las candidaturas y cargos públicos de una manera sucia y antidemocrática, además de enriquecerse de una manera turbia y escandalosa y exigen a los militantes fidelidad, y cuando estos últimos dejan de ser ilusos y abandonan las instituciones tergiversadas y traicionadas por sus dizque líderes, osan en llamarlos traicioneros, cuando los verdaderos infieles, traicioneros y desgraciados son ellos.

Es inaudito, pero tan verdadero y recurrente que continuamente quienes dirigen las organizaciones o las familias exigen fidelidad como un valor incuestionable, cuando son ellos verdaderos maestros de la mentira, la doble cara, el embuste y la infidelidad, pero contumaces histriones que aparentan ser personas dignas, cuando la mentira, la traición y la infidelidad son sus mejores armas. Lo peor de todo esto es que existen millones de ingenuas e ingenuos, que les otorgan la fe ciega de manera irracional, para después, con el paso del tiempo, darse cuenta de la realidad, misma que los entristece y los sume en el mar de la decepción; en el océano de la desesperanza. 

Aunque por inaudito que parezca, luego vuelven a caer de manera inocente en las garras de los sinvergüenzas expertos en engañar a las personas.

Es importante que entendamos que los valores son en dos vías y que hay que recibir para poder dar, y no dejarse engañar por la mentira, la falsa promesa y la infidelidad, porque al entregar la nuestra a quien no la merece, nos convertimos en cómplices o en mártires y sufriremos las consecuencias de nuestra fidelidad mal otorgada. La fidelidad es un valor humano fundamental, pero debe estar provista de la razón y el conocimiento para evitar que los perversos se aprovechen de ella, y hacen no solo caer en el garlito a los inocentes e ilusos, sino en mantenerlos engañados por algún tiempo largo, incluso de por vida, cuestiones tan lamentables, pero tan ciertas que son recurrentes y permanentes en muchos de los casos.

Hay que tener y practicar el valor de la fidelidad hacia quienes son fieles. Este valor es muy importante, pues hace extremadamente feliz a quien lo practica y lo recibe en contrapartida, de allí la necesidad que se otorgue a toda aquella persona u organización que sea también fiel, pues de lo contrario, se convierte en un anti-valor que causa una profunda decepción al receptor de conductas infieles.

Pero la presencia de la infidelidad no nos debe cegar ante la presencia y práctica también de la fidelidad hacia los fieles, valga la redundancia, pues, así como el mundo está plagado de infieles, también es cierto que hay millones de personas fieles que la conservan hasta que mueren. Por eso es importante apreciar a las personas que se conducen con valores, y en este caso, a las personas fieles y conscientes alejadas del martirio, de la complicidad o del contubernio. A ellas hay que apreciarlas, pues dichas personas son dignas de confianza. Por el contrario, hay que rechazar a los infieles, a los seres indignos de confianza ya que en cualquier momento nos causarán tremendos daños que a la vez serán severas decepciones -cuando pudimos haberlas evitado- al tener cuidados extremos en el sentido de a qué y a quién le entregamos nuestra fidelidad.

Cuando se es fiel a algo o a alguien y se obtiene la fidelidad de esa persona, organización o institución, se transita por el camino de la felicidad. Ese camino de vida alumbrado por la paz, la tranquilidad y la realización que añoran todos los seres humanos de bien. Practique todos los valores humanos, pues esa actividad lo catapultará muy alto en el terreno de la humanidad, ya que será extremadamente feliz, pero tenga mucho cuidado para entregar este tipo de valores como la fidelidad a cualquiera, porque desafortunadamente hay mucha infidelidad en la vida diaria, ya que los seres humanos somos en extremos imperfectos. Tenga cuidado, a efecto de que los receptores de sus valores sean personas dignas y fieles, a fin de ahorrase desaguisados y decepciones. Sea una persona inteligente y sagaz, pero repleta de valores, a fin de que sea un ser humano perfectible, y, al serlo, ya verá que esos valores serán escudo y arma poderosos que la realizarán y la convertirán en un ser humano maravilloso, feliz y dichoso, además de integral e incluso holístico. Sea fiel, cuidadoso y feliz. Muchas gracias.