México, mi segundo hogar!

Venciendo la infertelidad

Estimados lectores, hace unos días hacía una retrospectiva de lo que fue mi llegada a este País, mi segunda Patria, México, y deseo compartirla con ustedes.

A mis 17 años cuando pensé en emigrar de mi tierra natal Perú, al igual que muchos extranjeros que evalúan diversas oportunidades de empleo, seguridad, estudios, calidez y el recibimiento de un pueblo hacia un extranjero, que pretende echar raíces en una tierra que no es la suya, México es un país muy atractivo para los que emprendemos la difícil tarea de cambiar del todo nuestra vida y establecernos en una tierra con costumbres distintas, al cual solo nos une el mismo idioma; porque nuestra manera de hablar, pensar, nuestras historias, la política y la cultura son distintas.

Llegar a México es una experiencia inigualable, desde el avión podemos ver la gran Ciudad y observar la gran extensión territorial. Una ciudad que alberga 26 millones de habitantes, sin duda entonces, esa tiene que ser una tierra de oportunidades.

Para quienes llegamos a México con una maleta cargada de ilusiones y proyectos, este país es mucho más que tequila y mariachis, es cultura y gastronomía, es historia antigua llena de huellas de su conquista, los templos que abundan por todo el país, sus altares y construcciones; y la magnitud de sus edificaciones nuevas enseñan al que viene de afuera un México que le abre los brazos a todos los provenientes de otras tierras.

Cuando puse mi mirada en México en donde vi la posibilidad de hacer realidad mi sueño, el reto fue grande, sin embargo, no suficiente para detenerme, tuve que trabajar para comprar mi boleto de avión, pagar la matricula en la universidad, y contar con el apoyo de mi familia para subsistir los años de estudio.

En Cuernavaca encontré la Universidad Xochicalco en donde inicié la carrera de Medicina en 1978, pero a principios de 1979 la universidad cambia su sede a Ensenada, junto con la Universidad llegué a esta hermosa ciudad y logré graduarme en 1981.

Como todo estudiante y aparte extranjero las dificultades económicas, y la soledad a la que uno se enfrenta es lo más difícil. Sin embargo, venía con el objetivo, el sueño, la emoción, el coraje y la responsabilidad de no fallarle a mis padres y así pude vencer todos los obstáculos.

En 1988 regresé a la ciudad de México para hacer el Examen Nacional para Residencia Médica donde obtuve el primer lugar entre más de 30 mil aspirantes. En 1989 inicio mi especialidad en Ginecología y Obstetricia al Instituto Nacional de Perinatología, era director en ese entonces el Dr. Samuel Karchmer, un gran Maestro que marcó positivamente mi vida.

De 1989 a 1994 hice mi residencia en Ginecología y Obstetricia y me gradué con mención honorífica al obtener el primer lugar durante toda la especialidad.

Ahí mismo estudié la Sub especialidad de Biología de la Reproducción Humana, simultáneamente fui jefe de residentes, el más alto cargo que se pueda alcanzar en esa categoría, derivado de esto en 1992 el Presidente Carlos Salinas de Gortari me otorga el reconocimiento de Médico Residente más Distinguido y me obsequia una pluma de oro y la Constitución Mexicana.

El 20 de abril de 1994 a base de mucho trabajo, esfuerzo, dedicación y el rodearme de un gran equipo de trabajo, inauguré la “Clínica de la Fertilidad de Baja California” habiendo muchas parejas que no se podían embarazar, con los primeros casos exitosos, se vino una cascada de trabajo y bendiciones, eso generó confianza y que mucha gente me recomendara.

Así mismo en el año 2000 fundé el Hospital Santa Rosa de Lima, siendo estas 2 Instituciones una fuente de empleo para más de 60 familias Ensenadenses.

Al día de hoy hemos logrado recibir en nuestra Clínica 13,000 niños, 3 mil gemelos, 18 trillizos y más de 10 mil de uno.

Sigo trabajando, preparándome y buscando siempre estar a la vanguardia en tecnología y conocimientos para brindar lo mejor a mis pacientes.

Sigo creyendo en este País, en su esencia que me abrió los brazos y que me ha dado todo lo que tengo, desde 1990 soy mexicano por decisión, cómo no amar esta tierra en donde libremente he trabajado más de 38 años, y generosamente he recibido la recompensa de tanto estudio y dedicación.

En este país nacieron mis 4 hijas, Jessica, Victoria, Melissa y Daniela, un país donde ellas han podido decidir libremente su profesión, una Abogada y tres Médicos: Pediatra, Neonatóloga y Genetista en formación.

Debemos estar orgullosos de México, país envidiado por muchas naciones, orgullosos de nuestros paisajes, folklore, de toda la riqueza que aun poseemos, de nuestra gastronomía llena de olores, colores y sabores, de la raza que provienen quienes nacieron aquí, raza leal, fuerte y valiente que ni aun quemándoles sus pies se atrevían a traicionar a su pueblo.

Orgullosos siempre de haber nacido en esta bendita tierra Mexicana, mi segundo hogar. Te amo México.