REPRESENTACIÓN

DESDE LA LERDO

Nuestro presidente del Colegio de Notarios, Xavier Ibáñez Veramendi, aparece en una planilla que contenderá para el periodo 2021-2022 en el Colegio Nacional del Notariado Mexicano. Pretende ser Vice Presidente de la región Noroeste.

Xavier es un notario destacado; actualmente en su segunda ocasión en la presidencia bajacaliforniana; algo inusitado en el gremio, lo que revela su calidad reconocida. Con capacidad administrativa comprobada, su acervo jurídico es profundo y sólido. Tiene estilo gentil, dinámico y eficiente. Estamos seguros que llevará una representación honrosa de esta región si resulta triunfadora su planilla. Le deseamos lo mejor. Ahora más que nunca es importante una buena representación regional para informar y enriquecer decisiones centralizadas.

La representación descentralizada es muy importante. En un esquema federalista maltrecho, siempre habrá discusión, por no decir polémica, respecto de la equidad en la atención que dispensa el centro coordinador, entendiendo por ello el núcleo federal, pero también en la distribución de participaciones económicas y políticas que corresponden a todos los federados, ya que es difícil ponerse de acuerdo en los criterios que puedan ser justos para todos los involucrados.

Por ejemplo: la CONAGO, que nació por allá en 2001 y se consolidó un año más tarde, ha venido siendo un instrumento de enlace, comunicación, cauce, que muchos consideran ha dado resultados en el sentido de propiciar racionalidad en la toma de decisiones del orden federal que se relacionan con la vida en las entidades. Sin embargo, ahora existe una disidencia importante de gobernadores que forman un bloque diverso. Solo el tiempo dirá si esta división es acertada.

Desde que tengo uso de razón he venido escuchando el lamento que las decisiones se toman a 3000 kilómetros de distancia, evidenciando poca sensibilidad para evaluar los efectos en entidades remotas. Hace muchos años, un amigo dirigente obrero se dolía de vivir en un país capitalista, porque, decía, para cualquier cosa había que ir a la capital. Efectivamente, las decisiones eran centralizadas y el federalismo era una ficción. Había que tomar el avión y tocar puertas en dependencias, oficinas centrales y toda suerte de puntos de decisiones generales.  Era un chiste habitual que, al acudir a una oficina en la capital a continuar un trámite, un burócrata indiferente decía al pobre provinciano: Véngase el lunes. Pero yo vivo a 3000 kilómetros de distancia, me tengo que regresar. Véngase el lunes… El que sigue.

Distinto era para los privilegiados capitalinos que a donde llegaban exigían trato especial por provenir de la Ciudad de México. Puedo decir por experiencia, que los abogados capitalinos enviados a diligenciar exhortos a Toluca, Puebla, Veracruz, Cuernavaca, se hacían servir con prontitud, charoleando su procedencia elevada y altiplánica. Lo curioso es que siempre obtenían trato preferencial en juzgados y otras oficinas públicas de lo que ellos siguen llamando provincia.

Hay que reconocer que esto ha cambiado poco a poco. Algunas dependencias han descentralizado las decisiones, aunque los bancos van para atrás, a contrapelo con los tiempos. Algunos bancos tienen delegados fiduciarios y otros ejecutivos, que hacen todo lo posible por no abandonar sus oficinas centrales ¿y los clientes? que le hagan como puedan, si les interesa.

Existe algo conocido como Chinos de Ultramar, con representantes casi parecidos a un diputado, que constituyen un canal de comunicación con el gobierno central, de todos los paisanos asentados en el resto del mundo. No sería mala idea que los millones de mexicanos que residen en el exterior también tuvieran algún tipo de representación formal, no solo a través de la actividad consular.

Es muy importante que las instituciones, públicas y privadas, provean a la descentralización que permita la ventilación de planteamientos en toda la red y no solamente en el centro. Cuando esto no ocurre, se propicia la altanería, la arrogancia, de quien tiene la fortuna de vivir, trabajar y detentar un puesto en oficinas públicas o privadas de cobertura nacional.

Xavier Ibáñez será seguramente un eficaz representante del Noroeste en el Colegio Nacional del Notariado; se necesita.