Sistematizar a la familia para trascender

Sociedad y derecho.

El derecho se ha definido de manera tradicional como: la ciencia jurídica consistente en un sistema de principios y normas, generalmente inspirados en ideas de justicia y orden, que regulan la conducta de las personas para hacer posible la vida en sociedad y, como núcleo de esta última a la familia (Castillo González, Rolando (1962). La seguridad jurídica y la esencia del Derecho. Santiago de Chile, Universitaria).

No obstante, aún y cuando se reconoce como fundamental el rol de la "Familia" en la subsistencia de la sociedad, la ciencia del derecho continúa en rotación, casi de manera exclusiva, del "individuo" como sujeto fundamental de protección y estudio.

Ni siquiera las ciencias económicas y financieras le conceden el valor e importancia que merece el análisis de las relaciones familiares. Prueba de ello es el hecho de que las empresas familiares, que representan el 85% del Producto Interno Bruto (PIB) en nuestro país, así como 9 de cada 10 negocios en operación, apenas 1 de cada 10 sobrevive a la tercera generación (es decir, los nietos de quien impulsó el negocio).

De ahí que, para la permanencia y correcta funcionalidad de las familias sea primordial, en gran medida, garantizar la continuidad de la sociedad, así como de todas las interacciones de sus miembros, como es el caso de las empresas familiares.

Se ha comprendido, de manera acotada, que para el buen funcionamiento, crecimiento y prosperidad de las empresas es necesario sistematizar sus procesos y controles, lo cual si bien les permiten ser más eficientes y funcionales, de manera independiente de los deseos, habilidades y talentos de sus integrantes, no ha podido lograr la permanencia y continuidad de esta en la mayoría de los casos.

Ello quizá se deba a que no se ha tomado en cuenta la necesidad de crear también un sistema para el buen funcionamiento de los integrantes de la familia, dueños de la empresa.

Ahora bien, comprender de manera sistémica esta realidad, quizá introduzca un elemento epistemológico importante de cambio de comprensión del derecho, que actualmente centra en su esfera de atención al ser humano, pues ya no se trata de considerar a cada individuo aislado de su entorno, sino de analizar las interacciones que mantiene con los demás integrantes del grupo "familiar" y que ellos, a su vez, mantienen con esta persona, pues solo así se lograría, con mejor eficiencia, la permanencia y continuidad de estas y, por tanto, de la sociedad.

Ahondando más en el tema, podemos decir que la palabra sistematización, viene de la idea de crear un sistema o clasificación. Se refiere a establecer un orden con el objetivo de obtener los mejores resultados posibles. La sistematización es la interpretación crítica de una o varias experiencias que, a partir de su ordenamiento y reconstrucción, descubre o explica la lógica del proceso vivido, los factores que han intervenido en dicho proceso, cómo se han relacionado entre sí y porqué lo han hecho de ese modo (Oscar Jara).

En 1937, el biólogo y filósofo austriaco: Ludwig Von Bertalanffy, propuso explicar el funcionamiento de los sistemas vivos adoptando los principios de la Teoría de los Sistemas derivada de ciencias como la física y la mecánica, asumiendo que la familia es un grupo social que comunica e intercambia información entre sus integrantes y con el entorno y qué, además, desarrolla algunos mecanismos para conseguir que sus integrantes se mantengan unidos.

Un sistema intercambia información en forma jerarquizada, es decir, se trata de una interacción ordenada y organizada conforme a ciertas pautas que hacen que se trate de un intercambio jerarquizado.

Los principios básicos de la Teoría de Sistemas, a partir de los que se analiza la dinámica relacional familiar, son: Totalidad, Equilibrio, Equifinalidad y Retroalimentación.

Considerar el sistema como una totalidad supone analizar los procesos de interacción entre los integrantes de la familia o del sistema viviente del que se trate, teniendo en cuenta que son procesos dinámicos, esto equivale a señalar que la problemática familiar se revela en la interacción y no en el aislamiento de las características o propiedades de uno de sus integrantes

La familia como sistema tiende a preservarse y mantener su interacción con el entorno; para lograrlo, la familia necesita preservar las normas, límites y jerarquías que ha definido para la relación entre sus integrantes, de modo que mantenga la estabilidad y la constancia necesaria para su supervivencia y la preservación de su identidad.

Sin embargo, dado que se trata de un sistema abierto, en constante intercambio de energía, materia e información con su ambiente, también necesita ser flexible para mantenerse vivo, conservar su salud y dar lugar a la creación de nuevos sistemas familiares y no familiares entre sus integrantes y el entorno.

Debe ser un proceso progresivo expresado por la evolución del sistema que lo sitúa en un orden jerárquico compuesto por una combinación de subsistemas (introducción al núcleo familiar de cónyuges, hijos, etc.), en orden creciente, a partir del cual se constituye la noción de límites, abarcando aquella región que separa un sistema de otro, teniendo como función filtrar o seleccionar la energía que sale y entra del sistema; debiendo alguien asumir la autoridad o la capacidad de empoderamiento, a nivel familiar (Quintero, 1997).

Resulta pues imperante para la ciencia del derecho, evolucionar del estudio de la conducta del individuo hacia la de un sistema de interacciones, en principio, familiares, por la importancia que esta tiene en la permanencia y continuidad de la sociedad.

Como siempre un placer saludarlo, esperando qué estas pocas letras hayan sido de su agrado y, sobre todo de utilidad ¡Hasta la próxima!