Ventilación natural y refrigeración sostenible para crear espacios más saludables

Un enfoque sostenible para la refrigeración es vital para abordar el cambio climático

Como arquitecta especializada en bioclimática y sostenibilidad, he tenido la oportunidad de trabajar en diversos proyectos donde la ventilación natural juega un papel fundamental. Es crucial implementar métodos de ventilación natural en nuestros espacios para crear ambientes saludables y sostenibles.

La ventilación natural es un concepto que se refiere a la circulación de aire fresco en un espacio, sin la necesidad de utilizar sistemas mecánicos. Aprovecha los recursos naturales, como el viento y las diferencias de temperatura, para mantener una temperatura agradable y renovar el aire en nuestros espacios interiores.

Una manera es ubicando estratégicamente las ventanas en zonas opuestas de presión. Esto permite que el aire fluya constantemente, renovando el aire viciado y eliminando los contaminantes presentes en el ambiente. También es importante orientar las puertas y ventanas hacia la dirección predominante del viento en verano, maximizando así la entrada de aire fresco.

Otro aspecto a considerar es aumentar la separación vertical entre las ventanas. Esto favorece una mejor circulación del aire, creando corrientes ascendentes y descendentes que promueven una ventilación más efectiva. Además, contar con ventanas accesibles que se puedan abrir nos permite controlar la entrada de aire fresco y mantener un ambiente saludable.

En mi experiencia, he visto cómo la implementación de métodos de ventilación natural puede transformar nuestros hogares. Al aprovechar las corrientes de aire externas, podemos reducir los costos de energía al mantener una temperatura agradable. Esto no solo nos permite ahorrar dinero en nuestras facturas, sino que también contribuye a la reducción de la huella de carbono.

En cuanto a la refrigeración sostenible, se han logrado avances significativos. Esto implica el uso de refrigerantes menos dañinos para la capa de ozono y el clima, así como la adopción de sistemas que consuman menos energía y utilicen fuentes renovables cuando sea posible.

Un enfoque sostenible para la refrigeración es vital para abordar el cambio climático. La investigación actual se centra en el uso de fluidos naturales como el dióxido de carbono (CO2), el amoníaco (NH3), los hidrocarburos (HCs) y el agua (H2O) como refrigerantes seguros para el clima. Estos ofrecen una solución a largo plazo, permitiendo una transición a alternativas sostenibles sin recurrir a sustancias limitadas.

Además de reemplazar gases de efecto invernadero, el uso del CO2 como refrigerante también puede contribuir al ahorro de energía. La integración de necesidades de refrigeración, congelación, calefacción y aire acondicionado en un mismo sistema basado en CO2, ha demostrado reducir el consumo de energía en un 35% en supermercados.

En definitiva, la combinación de ventilación natural y refrigeración sostenible nos permite crear espacios más saludables, reducir los impactos ambientales y mejorar nuestra calidad de vida.