Y después de las elecciones, ¿qué?

Estas elecciones fueron las más grandes de la historia de nuestro país, en todo México elegimos a más de veintiunmil cargos para el servicio público, pero ¿y ahora qué?

En estas semanas habrá tres procesos importantes, el primero es que la autoridad electoral, o sea el INE, acredite la victoria de los ganadores y se les entregue su constancia, igual con la asignación de las regidurías de los municipios y las diputaciones plurinominales estatales y federales. Para estas últimas, es común que empecemos a ver bastantes recursos legales entre o al interior de los partidos que muchas veces nos resultan confusos, pero son con el fin de que se respeten criterios como por ejemplo la equidad de género.

Una vez este primer proceso haya terminado, y ya sepamos con certeza quiénes serán nuestros próximos representantes, éstos tendrán meses entre lo que entran al servicio público que deben aprovechar para preparación y asignación de equipo, pero lo más importante, de organización y planeación de actividades, y ahí empieza nuestra participación activa. 

Cada uno de las y los electos hizo promesas de campaña no nada más mientras recorría las calles, sino firmadas y entregadas ante el Instituto Estatal Electoral, que son públicas y las podremos ver en su portal de internet www.ieebc.mx , así como aquellas que hayan firmado a diferentes asociaciones u organizaciones civiles, las cuales las podemos encontrar en diferentes redes sociales. Aquí lo importante es estarles públicamente recordando cuáles fueron esas promesas, y que utilicen ese tiempo entre lo que entran al puesto para organizar cómo las van a cumplir, y por supuesto, cómo también las personas podemos trabajar en conjunto para verlas hechas una realidad. 

El tercer proceso es cuando ya toman protesta como servidores públicos, y es el que nunca debemos de soltar, que es la rendición de cuentas. Si hay algo que ha detenido nuestro desarrollo es la falta de evaluación de resultados de nuestros representantes. Y aquí no nada más es cuestión de medir qué tanto o no cumplieron las promesas de campaña, sino también el cómo están administrando o en su caso fiscalizando el dinero público así como estar pendientes constantemente que su toma de decisiones siempre sea para el beneficio de las personas y no de unos cuantos. 

Seremos varias las organizaciones que estaremos pendientes de todos estos temas, sin embargo esto no quiere decir que cada una no lo podamos hacer también en lo individual. La información es pública, y las redes sociales un medio de comunicación ideal para exhibir el buen o mal trabajo que se esté realizando.  

Pasa el día de las elecciones y pensamos que nuestra participación se termina hasta en otros tres años con las próximas elecciones, cuando realmente, después de una elección es a penas el comienzo. No podemos dejar en tan pocas manos nuestro futuro, pues la historia nos ha marcado que entre menos manos nos involucremos, más somos los que terminamos traicionados y afectados.