Deja su Pedro Infante en manos del público
CIUDAD DE MÉXICO., diciembre 24.- Meterse con un ídolo nacional es algo que puede traer grandes reclamos o disgustos y Omar Chaparro lo vivió en carne propia cuando aceptó dar vida a Pedro Infante en la película "Como caído del cielo".
Chaparro, quien durante los últimos años ha sido un imán en taquilla y es adorado por millones de mexicanos, dejó de serlo cuando se dio la noticia de que encarnaría en pantalla al fallecido Ídolo de Guamúchil, a quien él asegura, admiraba.
"Las respuestas por este proyecto fueron extraordinarias... de parte de mis padres (ríe), la verdad es que creo que fueron mixtas, pero están bien, mientras se hable, que digan cosas buenas o malas.
"Yo creo que es un gran proyecto al cual se le ha invertido mínimo tres años, porque tenían que hacerle ciertos ajustes y quedó como tenía que quedar", confiesa el actor en entrevista con EL UNIVERSAL.
En la cinta de Netflix, Omar da vida a Pedro Guadalupe Ramos, un imitador de Infante quien tras caer en coma, su cuerpo es ocupado por el verdadero Pedro Infante, quien ha estado en el limbo durante los últimos 60 años.
Omar confiesa que si él fuera el que estuviera en la posición de Pedro Infante de la ficción, se habría ganado ya el cielo... o aún no. Admite que nunca se ha puesto a pensar qué tantas cosas positivas ha hecho, sólo la realiza y ya.
"Ahorita no lo sé pero de lo que sí estoy seguro es que el infierno no me lo he ganado; el cielo aún no porque me faltan muchas cosas qué hacer en esta vida, me falta educar más a mis hijos, guiarlos y disfrutarlos.
"Hemos estado trabajando mucho durante los últimos 10 años y ahora me gustaría disfrutar más mi vida y a mi familia. No me gustaría irme (morirse) sin haberlo hecho. Por eso creo que aún no me he podido ganar el cielo", confiesa.
Como caído del cielo está disponible en la plataforma Netflix a partir de este martes y este día, —aseguró Chaparro— será el momento clave para saber si valió la pena hacer este personaje tan controvertido.
"Siempre el gran crítico es el público, ellos te hacen o te deshacen, son jueces implacables y yo espero que ellos estén tan conformes con este trabajo como yo al momento de hacerlo", explica el histrión.
Chaparro, quien rechazó un par de veces este proyecto por no sentir que estaba completo, señaló que no quiere que nadie se ofenda con su interpretación, pues para él es más un homenaje.
"Nunca sería mi intención faltarle al respeto a la figura de Pedro, por eso no quería hacer este proyecto hasta que estuviera seguro que era uno grande. Se le hicieron varias modificaciones al guión y al final creo que quedó un filme que le rinde un gran tributo al inmortal Pedro Infante", asegura.
Para Chaparro, dar vida a su ídolo es un sueño cumplido, una meta que no pensó alcanzar cuando en los inicios de su carrera hacía imitaciones del Ídolo de Guamúchil, cuando la gente se lo pedía.
"Una cosa es jugar a serlo y otra es meterte en ese ícono llamado Pedro Infante, eso le da miedo a cualquiera", subraya.
Omar comparte créditos en el largometraje con Ana Claudia Talancón, Angélica María —quien trabajó con Pedro Infante—, Manuel Flaco Ibáñez y Lupita Sandoval, entre otros actores.