Pierden tiempo viajeros en La Grulla y en El Zacatón
ENSENADA.- Viajeros y residentes de varios poblados rurales ubicados en la zona sur de este municipio, se quejan de la lentitud y congestionamiento vial que generan las lentas obras de ampliación de la carretera federal a la altura de El Zacatón y el filtro de revisión militar ubicado en el sitio conocido como La Grulla, en el ejido Uruapan.
Andrés García Cerda, representante de los transportistas de carga del ejido Eréndira; Pablo Olachea González, comerciante del poblado de Santo Tomás y transportistas de empresas agrícolas del valle de San Quintín que se dedican a la exportación de hortalizas, se sumaron al cúmulo de quejas que el pasado fin de semana se emitieron por esos dos puntos en los que, dijeron: "...solo nos hacen perder el tiempo y gastar combustible".
García Cerda, quien dijo que es frecuente usuario de esa ruta para el traslado de mercancías de la zona sur del municipio hacia diversas ciudades del norte del Estado, señaló que primero en la llamada "cuesta de El Zacatón", tienen casi un año reparando la zona de curvas y no se ve para cuándo vayan a terminar.
Eso obliga a los viajeros a perdes en ese sitio hasta 40 minutos de tiempo, porque los encargados de la obra solo tienen habilitado un solo carril y para el tráfico de veíhículos para que pasen primero los que transitan de sur a norte y luedo los de norte a sur.
Es evidente que a los ingenieros encargados de esa obra les importa muy poco la inconformidad de los viajeros, porque no es la primera vez que eso ocurre y al quejarse se obtiene como respuesta de los encargados de la obra: "pues váyase al barranco si tiene mucha prisa". con el consecuente enojo de los viajeros, señaló el transportista.
Cuando logra pasar ese tramo -que por cierto no es más largo de 300 metros- y sigue rumbo al norte, a pocos kil?etros se topan con el filtro de revisión militar de La Grulla, donde es frecuente perder otros 40 y hasta casi una hora para cruzar, por la lenta revisión de los elementos del ejército que no cuentan con el equipo necesario para hacer más ágil la revisión.
Señala que en ambos puntos la constante es gastar combustible (gasolina o diesel) más que cuando se está en tránsito, porque además los obligan a que no apague el motor hasta que llegue al punto de revisión.
En ese aspecto, los quejosos observan falta de criterio de los elementos del ejército que efectúan la revisión, pues nadie que se dedique a actividades ilícitas (traficar con drogas o armas) es tan tonto para pasar por esos fitros de revisión si transporta algo ilícito. En cuanto a la revisión de tractocamiones que transportan cajas refrigeradas con productos agrícolas de exportación, pese a que van sellados y con códigos en los que se indica detalladamente el tipo de productos que contiene y las temperaturas constantes a las que se deben mantener para que no pierdan sus estándares de calidad, el personal militar que los revisa no parece entender que hay acuerdos} binacionales para que se respete el protocolo en cuando a calidad, inocuidad e higiene.
Es decir, por ser parsonal de nuevo ingreso a la jurisdicción militar correspondiente a esta zona, dan la impresión de que sus superiores no se tomaron el timpo para impartir capacitación en ese aspecto, pero sobre todo que no aplican el criterio para saber a quién y por qué
revisar.
Por lo anterior, los quejosos hicieron un llamado a los altos jefes militares a que instruyan a sus subalternos a actuar con mayor criterio, pues hay casos de verdadera emergencia que ven interrumpido su viaje por situaciones ambiguas que el personal militar no alcanza a comprender o de plano lo hace para generar inconformidad entre los viajeros.