Investigaciones ponen en riesgo coronación de Fátima Bosch
Tijuana, 27 de Noviembre. - La coronación de la mexicana Fátima Bosch como Miss Universo 2025 se ve envuelta en un escándalo sin precedentes en la historia del certamen, debido a investigaciones penales contra los copropietarios de la organización, Raúl Rocha Cantú y Anne Jakkaphong Jakrajutatip.
Rocha Cantú, quien adquirió el 50% de Miss Universe Organization (MUO) en enero de 2024, enfrenta investigaciones de la Fiscalía General de la República (FGR) por presunta participación en redes de tráfico de combustible y armas en México y Centroamérica. Según medios locales y el periodista Carlos Loret de Mola, Rocha se habría acogido al programa de testigos protegidos para colaborar con las autoridades.
Por su parte, Jakkaphong, empresaria tailandesa trans que compró el 50% restante en octubre de 2022, está requerida por autoridades de Tailandia por un presunto fraude financiero que asciende a 30 millones de dólares. La empresaria no se presentó a una audiencia en Bangkok, y se emitió una orden de arresto, mientras versiones periodísticas sugieren que podría encontrarse actualmente en México.
El músico Omar Harfouch, quien dimitió del jurado del certamen alegando un amaño en las votaciones, ha anunciado su intención de impugnar los resultados ante una corte en Nueva York. Harfouch aseguró a medios internacionales que la elección de la ganadora habría sido influenciada por decisiones de los propietarios de MUO, incluyendo la exclusión de votación de algunos jurados por razones logísticas.
En respuesta, Rocha Cantú defendió públicamente la validez del triunfo de Bosch, destacando que el título está regido por contratos de un año y las reglas internas de la organización. No obstante, reconoció que no descarta vender su participación en la empresa ante los escándalos que enfrenta.
La polémica ha reavivado el debate sobre una posible revocación de la corona, un escenario excepcional en los más de 70 años de historia del certamen. La única revocación previa ocurrió en 2002, cuando la rusa Oksana Fedorova renunció a su título por incumplimiento de sus deberes contractuales.
Fátima Bosch, por su parte, ha denunciado acoso y amenazas tras su coronación, mientras figuras del ámbito mediático y de la organización advierten que cualquier cambio de propietarios podría abrir la posibilidad de reevaluar la elección de la reina de belleza.
El caso coloca a MUO en un momento crítico, poniendo en entredicho la credibilidad del certamen y generando un debate internacional sobre la transparencia de sus procesos y la influencia de los propietarios en los resultados.