Sydney Sweeney se niega a disculparse por polémica campaña de jeans

La actriz mantiene su silencio sobre la campaña de American Eagle que generó acusaciones de racismo

CDMX, México. - Sydney Sweeney ha provocado una nueva ola de debate tras escuetamente responder a la controversia vinculada con la campaña de la marca estadounidense American Eagle bautizada como "Sydney Sweeney Has Great Jeans". La campaña, lanzada en julio de 2025, suscitó críticas por su eslogan y por jugar con el homófono "jeans/genes", lo cual muchos interpretaron como alusión a valores de superioridad genética.

En una entrevista reciente con la revista GQ, Sweeney afirmó que "Hice un anuncio de jeans. Quiero decir, me sorprendió la reacción, pero amo los jeans. Literalmente uso jeans y una camiseta todos los días de mi vida... Sabía al final qué era ese anuncio, y era buenos jeans, no me afectó ni de una forma ni de otra."Añadió que prefirió no emitir disculpa o declaración pública sobre el trasfondo del anuncio porque "no estoy aquí para decirle a la gente lo que debe pensar".

La marca American Eagle también se limitó a una declaración breve, en la que dijo que la campaña "siempre fue sobre los jeans... sus jeans. Su historia. Seguiremos celebrando cómo lo usa cada quien a su manera... buenos jeans le quedan bien a todos". No hubo reconocimiento de error o disculpa.

Analistas de comunicación señalan que la decisión de Sweeney y de la marca de no pedir disculpas es parte de una estrategia de gestión de crisis emergente llamada "controversia inmunidad", donde el celebritie opta por desligarse del debate en lugar de afrontarlo o rectificarlo.

El foco del malestar mediático fue el componente visual y narrativo del anuncio: Sweeney, de cabello rubio y ojos azules, aparece en múltiples piezas promocionales discutiendo herencia genética, para luego aparecer la frase "My jeans are blue". Usuarios interpretaron que la combinación promovía una estética eurocentrista.

Mientras tanto, figuras del entretenimiento como Doja Cat parodiaron la campaña en TikTok, lo que amplificó la conversación. Por otro lado, sectores conservadores defendieron a Sweeney, argumentando que la controversia era un ejemplo de "cancel culture" fuera de control.

Aunque la marca reportó un aumento sustancial en ventas y la campaña reportó impactos positivos a nivel comercial, la permanencia de Sweeney sin ofrecer explicación pública mantiene viva la discusión sobre los límites de la publicidad y la responsabilidad ética de las figuras públicas.