Congresista de EU pide tratar a México como a Cuba por su cercanía con regímenes autoritarios

El republicano Carlos Giménez acusó a la presidenta Sheinbaum de oxigenar dictaduras en La Habana y Caracas, y advirtió que Washington podría revisar su relación comercial y diplomática si persisten esas alianzas.

Tijuana, 31 de Octubre. - Un congresista republicano de Estados Unidos acusó a la presidenta Claudia Sheinbaum de respaldar a las "dictaduras" de Cuba y Venezuela y advirtió que, si persiste ese apoyo, México podría exponerse a sanciones y a una revisión de su relación comercial con Washington, incluido el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), en un choque diplomático que elevó la tensión entre ambos países.

El representante por Florida Carlos A. Giménez lanzó las críticas en mensajes públicos y declaraciones a medios, en las que sostuvo que el gobierno mexicano estaría "oxigenando" al régimen cubano y favoreciendo a Caracas con cooperación y suministros que, según él, equivaldrían a un subsidio político susceptible de provocar una reacción del Congreso estadounidense. Giménez señaló que estas operaciones podrían complicar la relación comercial y estratégica con Washington.

La acusación surge en medio de informaciones sobre ventas de combustible y cooperación médica entre México y Cuba, así como la contratación de personal sanitario cubano para zonas rurales en territorio mexicano, hechos que algunos legisladores estadounidenses consideran problemáticos. Otros congresistas republicanos también han pedido revisar las operaciones entre Petróleos Mexicanos (Pemex) y La Habana y han advertido sobre posibles medidas restrictivas.

El gobierno mexicano rechazó que esas acciones pongan en riesgo la relación con Estados Unidos o la estabilidad del T-MEC. En conferencia de prensa, la presidenta Sheinbaum defendió la cooperación con Cuba como un acto de solidaridad y una decisión soberana, asegurando que las compras y contratos se realizan con transparencia y dentro del marco legal.

La Secretaría de Relaciones Exteriores y el embajador de México en Washington han buscado bajar la tensión mediante contactos diplomáticos. Autoridades mexicanas sostienen que los acuerdos con otros países responden a necesidades internas, como el fortalecimiento del sistema de salud, y no representan una violación de compromisos internacionales.

Analistas consideran que, aunque el Congreso estadounidense podría plantear sanciones o restricciones, una revisión formal del T-MEC requeriría procesos políticos complejos y un sustento jurídico amplio, por lo que una medida de ese tipo parece poco probable en el corto plazo.