Hallazgo de cuerpo enterrado junto a casa de Cerati reabre caso de desaparecido

Tras casi tres meses de pericias, un análisis de ADN permitió identificar al joven desaparecido en 1984

Buenos Aires, Argentina. - 

En Buenos Aires, durante trabajos de demolición realizados el pasado 20 de mayo en una propiedad ubicada en la avenida Congreso, barrio de Coghlan, obreros descubrieron restos óseos que despertaron gran impacto. Se trataba de 150 fragmentos humanos enterrados en una fosa improvisada, junto a numerosos objetos personales, lo que llevó a la intervención inmediata de la Fiscalía Nacional Nº 61 y del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF).

Entre los hallazgos claves estuvieron un reloj Casio CA-90 con calculadora, una corbata escolar azul, una suela de zapato número 41, llavero con llave y monedas japonesas; pistas que apuntaban a que la muerte ocurrió entre los años ochenta y principios de los noventa.

Tras casi tres meses de pericias, un análisis de ADN permitió identificar al joven: se trataba de Diego Fernández Lima, un adolescente de 16 años desaparecido en julio de 1984, cuyo caso fue desestimado en su momento como una "fuga del hogar".

La víctima jugaba al fútbol en el club Excursionistas y estudiaba en la Escuela Técnica Nº 36. Su familia nunca abandonó la búsqueda, pese a las barreras institucionales. "Fueron 41 años de nada", resumió su hermano, mientras siguen reclamando justicia simbólica en medio del dolor.

El principal sospechoso del crimen es Cristian Graf, compañero de escuela de Diego y cuya familia vivía en la vivienda contigua al lugar del entierro. Aunque el homicidio prescribiría por el tiempo transcurrido, la Fiscalía continúa la investigación para esclarecer el móvil y las circunstancias del hecho.

Este caso conmocionó por sus ramificaciones simbólicas, especialmente al vincularse con una casa donde habitó Gustavo Cerati entre 2002 y 2003. Sin embargo, Cerati no guarda ninguna relación con el caso; su presencia solo amplificó la difusión del hallazgo en medios y redes