Encuentran restos de pato en los dos motores del avión de Jeju Air que se estrelló y dejó 179 muertos

El informe preliminar detalló que la caja negra de la aeronave dejó de grabar cuatro minutos y siete segundos antes de que impactara contra un localizador cerca de la pista.

Tijuana 29 de Enero. - Un informe preliminar publicado este lunes por las autoridades surcoreanas reveló que ambos motores del Boeing 737-800 de Jeju Air, que se estrelló el 29 de diciembre en el Aeropuerto Internacional de Muan, contenían restos de ADN de cerceta del Baikal, un pato migratorio común en Corea del Sur durante el invierno.

La investigación sigue sin determinar las causas exactas del accidente, considerado el más letal en suelo surcoreano.

El informe de seis páginas, divulgado un mes después del siniestro, detalla que la aeronave, procedente de Bangkok, realizó un aterrizaje de emergencia sin desplegar el tren de aterrizaje, sobrepasó la pista y chocó contra una estructura de concreto que albergaba equipo de navegación. El impacto provocó la muerte de 179 de las 181 personas a bordo, incluidos miembros de la tripulación.

Los motores quedaron enterrados en el montículo de tierra del terraplén y la parte frontal del fuselaje se dispersó en un radio de hasta 200 metros, según el informe, que incluyó nuevas imágenes del lugar del accidente.

Los localizadores, encargados de guiar a las aeronaves en su aproximación a la pista, estaban instalados en una estructura de concreto reforzado que, según expertos, pudo haber contribuido a la elevada cifra de víctimas fatales.

Los investigadores planean desmontar los motores, analizar los datos de vuelo y de control aéreo, e inspeccionar tanto el terraplén como los localizadores para determinar si la colisión con aves tuvo un papel determinante en el accidente.

El documento señala que los pilotos detectaron una bandada de aves durante la aproximación final. Aunque no se ha confirmado el momento exacto en que reportaron el impacto, se sabe que emitieron una señal de emergencia ("Mayday x3").

Las grabadoras de cabina dejaron de funcionar cuatro minutos y siete segundos antes del impacto, cuando la aeronave volaba a 152 metros de altitud y a 298 km/h, a unos dos kilómetros de la pista.

El informe preliminar, elaborado por la Junta de Investigación de Accidentes de Aviación y Ferrocarriles de Corea del Sur, fue compartido con la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) y con los gobiernos de Tailandia, Estados Unidos y Francia, países involucrados en la fabricación del avión y sus motores.

Según las normas de la OACI, las autoridades deben presentar un informe preliminar en los primeros 30 días posteriores al accidente y un informe final en un plazo de 12 meses.

El Ministerio de Transporte de Corea del Sur subrayó que, aunque los datos de las cajas negras son clave para la investigación, no son la única fuente de información. Se analizarán registros de tráfico aéreo, videos del accidente y restos hallados en el lugar del siniestro.

El accidente, del que solo sobrevivieron dos miembros de la tripulación, llevó a Jeju Air a reducir temporalmente algunas rutas desde Busan en el primer trimestre de 2024, con el objetivo de reforzar el mantenimiento de su flota en medio del escrutinio sobre las causas del siniestro.