Muere José "Pepe" Mujica, expresidente de Uruguay, a los 89 años
Tijuana, 13 de Mayo. - José "Pepe" Mujica, el exguerrillero que llegó a la presidencia de Uruguay y se convirtió en un símbolo mundial de la sencillez y el pensamiento anticonsumista, falleció este martes a los 89 años, anunció el mandatario Yamandú Orsi.
"El presidente más pobre del mundo", como fue apodado por su austeridad, reveló a comienzos de este año que el cáncer de esófago que le fue diagnosticado en mayo de 2024 había hecho metástasis y que su cuerpo no resistiría más tratamientos.
"Con profundo dolor comunicamos que falleció nuestro compañero Pepe Mujica. Presidente, militante, referente y conductor. Te vamos a extrañar mucho, viejo querido", publicó Orsi en su cuenta oficial de X (antes Twitter).
"Ya terminó mi ciclo. Sinceramente, me estoy muriendo. El guerrero tiene derecho a su descanso", dijo Mujica al semanario Búsqueda en enero, en una de sus últimas entrevistas.
Su médica personal, Raquel Pannone, confirmó entonces que el cáncer se había extendido al hígado.
Pese a su delicado estado de salud, Mujica desempeñó un rol activo en las elecciones de noviembre de 2024, respaldando la candidatura de Orsi, quien se impuso como nuevo presidente del país. "Tiene algo de grato sabor, un poco como premio de despedida", expresó a la AFP tras el triunfo de su correligionario.
La figura de Mujica trascendió las fronteras de Uruguay, un país de apenas 3,4 millones de habitantes enclavado entre Argentina y Brasil. Sin corbata y con un lenguaje directo, captó la atención internacional tras su discurso en la cumbre Río+20 de la ONU en 2012, donde criticó duramente el modelo de consumo global. Un año después, insistió ante la Asamblea General de las Naciones Unidas: "Sacrificamos a los viejos dioses inmateriales y ocupamos el templo con el dios mercado".
En su modesta chacra a las afueras de Montevideo, que nunca abandonó durante su presidencia (2010-2015), recibió desde figuras del espectáculo hasta jefes de Estado. El cineasta serbio Emir Kusturica quedó tan fascinado por su figura que en 2018 le dedicó un documental.
Mujica no fue ajeno a las polémicas. De frases filosas a micrófonos abiertos —como cuando dijo que la entonces presidenta argentina Cristina Fernández era "peor que el tuerto", en referencia a su difunto esposo—, nunca ocultó su pensamiento. Tampoco cuando insultó a la FIFA tras el Mundial 2014.
Mujica integró el Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros en los años 60 y 70, lo que le valió más de una década de prisión en condiciones extremas, incluyendo largos períodos de aislamiento. Liberado en 1985 con el retorno de la democracia, fundó en 1989 el Movimiento de Participación Popular (MPP), que lideró hasta su muerte y que se convirtió en el sector más votado del Frente Amplio.
Fue diputado, senador y ministro antes de alcanzar la presidencia, desde donde impulsó reformas progresistas, como la legalización del aborto, el matrimonio igualitario y la regulación del mercado de cannabis, controlado por el Estado.
En 2020, durante la pandemia, renunció a su banca en el Senado por razones de salud, pero continuó cultivando la tierra, sus flores y su vínculo con la militancia política hasta el final.
Su compañera de vida, Lucía Topolansky, también exguerrillera y exvicepresidenta (2017-2020), estuvo a su lado durante más de cinco décadas. "Haber encontrado a Lucía fue el mayor acierto", confesó Mujica en una entrevista reciente con la AFP.
Desde distintas latitudes llegaron mensajes de condolencias. La presidenta mexicana Claudia Sheinbaum lamentó su muerte y lo calificó como "un ejemplo para América Latina y el mundo entero por la sabiduría, pensamiento y sencillez que lo caracterizaron".
El velatorio de Mujica se realizará en el Palacio Legislativo este miércoles, donde se espera la presencia de dirigentes de toda la región.