Oposición de Venezuela denuncia la muerte de un testigo electoral que fue detenido por el régimen
Tijuana, 18 de Noviembre. - La oposición venezolana denunció este sábado la muerte de Jesús Manuel Martínez, un testigo electoral que fue detenido arbitrariamente el pasado 29 de julio tras desempeñar ese rol durante las elecciones presidenciales.
Según la Plataforma Unitaria, Martínez falleció bajo custodia de las fuerzas de seguridad del gobierno, en condiciones que calificaron de "inhumanas" y debido a la falta de atención médica en prisión.
Informes preliminares indican que, mientras permanecía encarcelado, Martínez sufrió la amputación de una pierna debido a una necrosis agravada por la diabetes que padecía, además del maltrato recibido y las precarias condiciones carcelarias.
"Otra víctima más del régimen de Nicolás Maduro que enluta a todos los venezolanos. ¿Hasta cuándo seguiremos perdiendo a luchadores y amigos por un régimen que se aferra al poder?", expresó el dirigente opositor Eduardo Batistini a través de las redes sociales, confirmando la noticia con familiares de la víctima.
Por su parte, la activista Elisa Trotta denunció el caso como un ejemplo del "terrorismo de Estado" en Venezuela, señalando que el gobierno persigue y castiga la verdad para acallar cualquier esperanza de cambio. "Jesús es una víctima más de un régimen que debe ser repudiado por el mundo entero. Sin medias tintas", afirmó en un comunicado difundido en redes sociales.
Martínez formaba parte de los denominados "comanditos" de la oposición, grupos de ciudadanos organizados para actuar como testigos electorales en los comicios del 28 de julio, convocados por el comando de campaña de Edmundo González Urrutia, el principal contendiente de Nicolás Maduro.
El rol de estos testigos era recolectar actas de votación que respaldaran la derrota de Maduro ante la oposición, a pesar de las restricciones impuestas en los centros electorales. Tras el anuncio de los resultados oficiales, que proclamaron a Maduro como ganador en medio de denuncias de fraude, la oposición liderada por María Corina Machado publicó más del 80% de las actas como evidencia del triunfo de González Urrutia.
En respuesta, las fuerzas del gobierno lanzaron una operación represiva conocida como "tun-tun", destinada a localizar y detener a los testigos electorales opositores. Esta operación incluyó allanamientos irregulares en las viviendas de los disidentes y su captura, con el objetivo de disuadir futuras denuncias y neutralizar la oleada de protestas que estallaron en rechazo al resultado electoral.
El caso de Jesús Manuel Martínez subraya las graves denuncias de violaciones a los derechos humanos que pesan sobre el gobierno venezolano, mientras la oposición exige justicia y solidaridad internacional.