Alo Yoga y Bella+Canvas contratan migrantes pese a restricciones
Tijuana, 19 de Noviembre. - Empresas estadounidenses han recurrido a agencias de contratación que emplean a migrantes, incluidos indocumentados, pese a las estrictas políticas migratorias implementadas por gobiernos republicanos y demócratas, según una investigación publicada por The New York Times.
El reporte menciona a Alo Yoga y Bella+Canvas, dos mayoristas que contrataron servicios de un almacén en Nevada operado por migrantes. El diario subraya que, aunque el presidente electo, Donald Trump, ha criticado duramente la migración irregular, esta "fracturada frontera ha sido un salvavidas para la economía" del país, incluso durante su primer mandato.
"Miles de empresas han explotado la porosidad de la frontera para reclutar trabajadores indocumentados, a veces con total impunidad", señala el informe.
Contratación bajo lupa
El caso de la agencia BaronHR, señalada como proveedora de empleados para estas marcas, ilustra "el lado más oscuro de la economía de la migración", según el NYT. Trabajadores de la agencia laboraron en condiciones inseguras y fueron objeto de explotación laboral.
Luis E. Pérez, fundador de BaronHR, enfrenta cargos por delitos fiscales que ascienden a 60 millones de dólares. Documentos obtenidos por el periódico revelan que la agencia firmó contratos por más de 750 millones de dólares, incluso durante el mandato de Trump, cuando este endurecía las medidas contra la migración.
BaronHR, que empleaba a más de 8.000 personas, ofreció personal a unas 800 empresas, incluidas grandes corporaciones como TJX y Keurig Dr. Pepper. Sin embargo, algunos trabajadores denunciaron que no pudieron cobrar sus cheques debido a la falta de fondos.
Denuncias de explotación laboral
El informe destaca que empleados en el almacén de Alo Yoga trabajaron hasta seis días a la semana durante la temporada de descuentos navideños, con la promesa de bonos que finalmente no recibieron. Este caso es uno de muchos en los que empresas estadounidenses han sido acusadas de prácticas laborales abusivas, como acoso, robo de salarios y condiciones de trabajo inseguras que incluso resultaron en amputaciones.
Durante la administración Trump, al menos 160 empresas de contratación fueron identificadas como empleadoras de migrantes con documentación falsa o sin autorización laboral. Estas prácticas, según el NYT, también ocurrieron durante los gobiernos de Joe Biden y Barack Obama, reflejando un patrón sistémico en la economía estadounidense.
El reporte subraya cómo la dependencia de trabajadores migrantes, pese a las políticas restrictivas, sigue siendo un tema crítico en el país, alimentando debates sobre la regulación laboral y migratoria.