El impacto de la tecnología en los nuevos modelos laborales en México

De acuerdo al empresario Carlos Slim, el uso de nuevas tecnologías y la evolución de los modelos de trabajo, podría impulsar reformas en la jornada laboral, pasando de las 48 horas semanales, a solo 36 horas

El mercado laboral mexicano es uno de los más prometedores de la región, no solo por el amplio número de profesionales que se suman diariamente, sino también por la capacidad de las empresas de adaptarse a nuevos desafíos en todo tipo de áreas, desde lo económico y lo político, hasta lo social.

En parte, esto se debe a la implementación de nuevas tecnologías y el impulso que estas brindan a todo tipo de empresas, desde las más pequeñas, hasta las de mayor envergadura.

Evolución laboral en México

Al igual que en el resto del mundo, el mercado laboral mexicano ha atravesado un importante periodo de cambio en la última década, pasando por la digitalización de los procesos y las reformas de seguridad laboral, sin ignorar la remodelación de oficinas y la implementación de nuevos modelos de trabajo como respuesta a la pandemia.

Un ejemplo reciente de esta voluntad de cambio es la propuesta del empresario Carlos Slim, que sugiere una reducción de la jornada laboral, pasando de las 48 horas semanales, a solo 36 horas, con 3 días de descanso en vez de 2. Aunque puede que esta idea nunca se materialice, se trata de una propuesta más para cambiar la manera en la que funciona la jornada mexicana.

Tanto esta, como otras propuestas similares, serían el producto de la evolución tecnológica en el país, y de las posibilidades que esta brinda a las empresas, especialmente en lo referente a los modelos de trabajo.

Tecnología y los nuevos modelos de trabajo

Así podemos verlo principalmente en la manera en la que está cambiando la jornada laboral, con el trabajo remoto ganando lugar en todo el país, ya sea de forma parcial o total.

Mientras que el "home office" es el trabajo de la jornada completa desde casa, el modelo híbrido es la fusión entre días de trabajo en oficina y días de trabajo en casa.

Según cifras del primer semestre del 2024, poco más del 30% del trabajo en México se realiza de forma completamente presencial, con casi el 60% de las empresas implementando el modelo híbrido (entre 1 y 4 días remotos por semana), y el 10% restante trabajando de forma completamente remota o con la posibilidad de elegir la metodología de manera voluntaria.

Entre las principales tecnologías que materializaron este cambio en el país se encuentran las conexiones a internet de alta velocidad, los dispositivos portátiles de gama media en y alta (con mejores cámaras, micrófonos, procesadores y tarjetas gráficas), y el uso de herramientas de planificación y comunicación que permitan el desarrollo sin contratiempo de la jornada de trabajo.

IA, imprescindible

Dentro de este esquema, pocas tecnologías han crecido tanto en nuestro país como la Inteligencia Artificial (IA), utilizada no solo para la automatización de chatbots de atención al cliente o la creación de contenido generativo, sino también para la optimización de procesos en empresas de todo tipo y tamaño.

Un reporte conjunto entre Endeavor y el Banco Santander reveló que México sería el segundo país de Latinoamérica en lo que respecta al desarrollo de empresas de IA, con al menos 362 empresas operativas actualmente, un crecimiento del 965% en los últimos 6 años (la cifra más alta de toda la región).

Si bien la implementación de esta tecnología aún no es masiva en el país, aquellas empresas que sí están invirtiendo en IA aseguran haber registrado beneficios tangibles, con al menos 8 de cada 10 reportando un incremento en sus ventas.

Así, esta tecnología no solo está simplificando procesos y eliminando tareas repetidas para permitir que los trabajadores remotos puedan incrementar su productividad, todo al tiempo que facilitan las labores de revisión de asignaciones por parte de la gerencia media, sino que incluso está creando nuevos puestos de trabajo que pueden llevarse a cabo de forma híbrida o remota sin ninguna limitación.

Seguridad en los nuevos modelos

La tecnología también está cambiando la forma en la que las empresas mexicanas abordan la seguridad, con cada vez más inversiones para adaptarse a los riesgos inherentes de los modelos remoto e híbrido. Estos modelos, aunque de bajo riesgo a simple vista, causan cambios estructurales que pueden tener un impacto en la seguridad.

Por ejemplo, una oficina cuyo flujo de trabajadores cambia prácticamente cada día de la semana, debe implementar protocolos de seguridad holísticos que tomen en cuenta una serie de variables que antes se daban por sentado, desde una mayor vigilancia sobre el personal para evitar accidentes dentro del lugar de trabajo, hasta mayor eficiencia en los torniquetes de acceso para disminuir el ingreso de intrusos.

El rol de la ciberseguridad

Este mayor enfoque en la seguridad también se extiende al plano digital, donde las empresas están almacenando cada vez más información vital.

Se trata de un fenómeno que no ha pasado desapercibidos por los criminales, con el tercer trimestre del año experimentando un incremento del 78% en el número de ciberataques registrados por organizaciones nacionales.

Por eso, cuando se habla de nuevas tecnologías en los modelos laborales en el país, resulta imposible ignorar la importancia de la ciberseguridad como un aspecto esencial dentro del entramado de seguridad de las empresas y negocios, desde la instalación de software antivirus, hasta la formación del personal en materia de protección de datos.

Se estima que para finales de este 2024, al menos el 80% de las empresas incremente sus inversiones en ciberseguridad, con el aumento en el presupuesto para este departamento creciendo entre 5% y 15% en el último año.

Solo las pequeñas y medianas empresas (pymes) estarían rezagadas en materia de ciberseguridad, con la falta de presupuesto y conocimiento siendo los motivos por los que las inversiones no crecen a la par de los ataques.

Las nuevas tecnologías no solo están transformando la manera en la que empresas y empleados se desenvuelven a diario, sino que incluso están generando cambios estructurales en los modelos de trabajo.