Guadalajara se convierte en el primer municipio en regular el uso de scooters

Los usuarios no podrán circular sobre las banquetas, ciclovías o andadores peatonales si superan los 25 kilómetros por hora; el uso del casco es obligatorio.

Tijuana, 26 de Septiembre. - El miércoles, el cabildo del Ayuntamiento de Guadalajara aprobó el reglamento para el uso adecuado de patines eléctricos o scooters, a fin de lograr una movilidad más ordenada y segura.

A partir de la aprobación de este reglamento, las personas quienes utilicen este medio de transporte en el municipio tendrán el derecho de utilizar las ciclovías, siempre y cuando no rebasen los 25 kilómetros por hora, en busca de no poner en riesgo a las personas ciclistas que circulen por estas vías.

Si la persona desea ir a una velocidad mayor, podrá hacer uso del centro de las calles locales sin rebasar los 30 kilómetros por hora, y siempre utilizando casco de protección.

Únicamente las personas mayores de 18 años podrán circular en este tipo de vehículos en cualquier vialidad del municipio sin llegar a superar los 45 kilómetros por hora.

En ningún caso se permitirá circular utilizando aparatos electrónicos ni audífonos o auriculares, con el objetivo de no distraer a la persona que utiliza el scooter y evitar así cualquier percance.

De acuerdo con Luis Cisneros, regidor de Movimiento Ciudadano promovente de este reglamento, este se convierte en el primer reglamento en su tipo en la Entidad, y podrá fungir como base para aquellos municipios que, si así lo desean, puedan impulsar sus propios reglamentos en la materia.

Asimismo, agregó que no se contempla emitir sanciones económicas, con la finalidad de enviar el mensaje de que no se trata de una medida recaudatoria, sino que lo que se busca es generar una ciudad más ordenada que contemple a todos los tipos de la movilidad, dejando de ver al patín  eléctrico como un juguete y considerándolo como un medio de transporte con derechos, pero también con responsabilidades que le permiten disminuir los riesgos de sufrir un percance que ponga en peligro su vida a través de la concientización de su uso.