Incapacidad del gobierno en cinco elementos vitales: agua, seguridad, salud, educación y empleo, mantienen malestar e irritación entre la población nacional
En el marco de la agenda nacional de riesgos, hay cinco elementos en los que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador ha fallado de manera contundente. El primero, muy importante, es el recurso agua; le siguen la seguridad, la salud –por falta de medicamentos— educación y empleo.
En materia de agua, es de reconocer que el territorio nacional enfrenta un largo periodo de sequía, sin que el gobierno y sus instituciones hayan emprendido medidas para disminuir el impacto de falta del vital líquido, sino que se mantuvo el esquema de desperdicio y sobre-explotación del acuífero subterráneo y superficial.
En el país hay 150 municipios que enfrentan la extrema gravedad hidro-meteorológica, por ausencia de escurrimientos superficiales y de yacimientos subterráneos, mientras que hace poco más de 15 meses, se incorporaron otros 350 municipios al problema de falta de lluvias y nula circulación del vital elemento en los cauces y arroyos. Informes sobre el particular, indican que México se encuentra en un estado de crisis por falta de agua, sin saber qué espera a los mexicanos en los próximos meses.
Hay que señalar que, de alrededor de 2,700 municipios que hay en México, sólo el 33 por ciento cuenta con agua potable todos los días. Los demás la reciben "por tandeo" una o dos veces por semana.
Por toda esta serie de problemas de distribución del agua en nuestro país, debido fundamentalmente a la falta de políticas públicas y mal manejo del recurso por parte del gobierno, con desperdicio de por medio –de 40 por ciento en agua almacenada en presas y 40 por ciento en la distribución por municipios del potencial del subsuelo—es factible la presencia de conflictos entre diversos usuarios. "Estamos en el límite de que, de una amenaza, se podría pasar a un antagonismo".
Por efecto de la falta de seguridad "y esto ocurre en prácticamente todo el país", ha habido confrontaciones por el uso del agua, derivadas de una deficiente distribución del líquido. Una de ellas reciente, entre agricultores de Chihuahua y Tamaulipas, por las aportaciones que México debe realizar en cumplimiento del Tratado de Aguas entre los gobiernos de México y Estados Unidos, vigente desde 1944.
Por una inadecuada gestión de las aguas del Río Conchos, no se aportaron los volúmenes del líquido que el Tratado exigía. El resultado es que se ha afectado a los Distritos de Riego 25 y 26 de Tamaulipas. Los agricultores tamaulipecos afirman, con razón, que "sin deberla, se están quedando sin agua para el ciclo de otoño – invierno".
Otro punto de conflicto, lo tenemos entre usuarios del agua del Sistema Cutzamala, concretamente del estado de México y la Ciudad de México, lo cual cada vez se da en medio de una orientación hacia la irritación de la población en una forma calificada de "severa". Esta problemática surge en momentos en que se realiza una campaña presidencial, en la cual deberíamos hacer planteamientos sobre el Proyecto de Gobierno de 2024- 2030.
En cuanto al comportamiento del próximo ciclo productivo agrícola y ganadero en el país, las expectativas no son nada halagüeñas. En el ciclo de otoño – invierno, que es el más seguro por virtud de que se realiza bajo condiciones de riego, lo que se espera en materia de productividad, en Sonora, Sinaloa, Tamaulipas y Chihuahua, habría una severa caída en la producción de granos básicos, como frijol en Zacatecas, trigo en Sonora y maíz en Sinaloa, lo mismo que en arroz.
Vamos a importar más alimentos y esto es inevitable. En maíz, no menos de 22 millones de toneladas. Será la importación más grande de la historia del país. Eso no quiere decir que vaya a faltar maíz, se importará. Hay recursos, porque la balanza agroindustrial de nuestro país, es superavitaria, gracias al tomate, al tequila, el aguacate, la cerveza, la carne y las "berrys".
México tiene más recursos de los que gasta. Entonces, vamos a importar maíz, pero son 22 millones de toneladas cuyos valores vamos a dejar de destinar a otras actividades económicas. Se importará más frijol, trigo y arroz.
Pero independientemente de que podemos tener suficiencia de alimentos, lo que no nos ha pasado, pues vamos a empezar. La gente en México los produce y este año no va a tener ingresos. Tenemos a Zacatecas, con un millón de hectáreas que se siembran con frijol. Su producción en condiciones normales, es de 750 mil toneladas. Este año solamente se tendrá una cosecha de 80 mil. ¿Qué hará la gente que vive de ese cultivo? Pues tiene la opción de emigrar hacia EU.
(SIGUE TERCERA PARTE DE ENTREVISTA CON DR. ERNESTO ENRÍQUEZ RUBIO)