Transportistas se unen al paro nacional del 24 de noviembre para exigir seguridad

La ANTAC convoca huelga de transporte de carga junto con campesinos para denunciar violencia en carreteras

CDMX, México. - El sector transportista mexicano anunció formalmente su adhesión al paro nacional del próximo 24 de noviembre, programado en alianza con agricultores del Frente Nacional para el Rescate del Campo (FNRCM). La Asociación Nacional de Transportistas (ANTAC) ha convocado a sus miembros a suspender el servicio de carga con el objetivo de visibilizar las graves condiciones de inseguridad que enfrentan en las carreteras.

Al dar la noticia en una conferencia, David Estévez Gamboa, presidente de la ANTAC, subrayó que muchos transportistas padecen extorsiones crecientes, cobro de piso y constantes asaltos en sus rutas. Según él, la violencia en las carreteras no ha disminuido como afirma el Gobierno, sino que sigue generando temor entre los operadores: "siguen trabajando con miedo e incertidumbre de salir a carretera y no volver a sus casas".

Como parte de sus acciones, los transportistas pretenden detener el transporte de mercancías desde su origen, aunque han aclarado que no obstaculizarán el paso de vehículos particulares ni de transporte de pasajeros. Además, junto con los campesinos, planean la toma de aduanas, una medida que califican como "presión máxima" al Gobierno para que atienda sus demandas.

Las demandas de la ANTAC se entrelazan con las de los agricultores: piden que el Estado reconozca la agricultura como un interés nacional, que se establezca una banca de desarrollo para el campo y que se fijen precios de garantía justos para los granos básicos. También exigen participar en la discusión de la nueva Ley de Aguas Nacionales, ya que temen que las concesiones de agua para riego se vuelvan menos accesibles para los productores.

La convocatoria del 24 de noviembre abarca al menos 25 entidades del país, según la ANTAC y el FNRCM, y busca generar un impacto lo suficientemente amplio para forzar al gobierno federal a abrir una mesa de diálogo directa.  Los líderes de transportistas han advertido que, si sus peticiones no son atendidas, mantendrán la movilización como mecanismo de presión hasta lograr respuestas concretas.