Mariano ‘C’ ha sido detenido en relación con los feminicidios de Alejandra Rivas y su hija
José Mariano “C” fue imputado por feminicidio y se encuentra bajo la custodia de un juez de control y oralidad en Colima, acusado del asesinato de su exnovia, Alejandra Rivas, y de su hija de un año, María José.
Las autoridades lo señalan como responsable de haber enterrado sus cuerpos de forma clandestina en un terreno de la colonia El Trapiche, en el municipio de Cuauhtémoc.
José Mariano, originario de Villa de Álvarez y trabajador en eventos de jaripeo, mantuvo una relación sentimental con Alejandra durante casi dos años. La relación se enfrió tras el embarazo de Alejandra, y aunque mantenían contacto telefónico, él se mostraba reacio a reconocer a la niña.
José Mariano le pidió a Alejandra que llevara a su hija para conocerla en persona. Ambas llegaron a la ciudad de Colima el 1 de noviembre y se hospedaron en el hotel América, donde él pasó a recogerlas.
Posteriormente, se dirigieron a un motel, lugar en el que ambas fueron estranguladas. Tras cometer el crimen, José Mariano trasladó los cuerpos en su vehículo y los sepultó en un predio ubicado a unos 40 minutos de distancia.
José Mariano “C” continuó con su rutina diaria hasta que fue detenido por policías ministeriales el pasado jueves, bajo cargos preliminares de otro delito. Sin embargo, presentaba señales de rasguños y moretones que sugerían un enfrentamiento. Finalmente, confesó ante los investigadores haber asesinado a su exnovia y a su hija.
¿Porqué lo hizo?
José Mariano admitió que planeó los homicidios para evitar que su esposa, con quien tiene tres hijos, descubriera su infidelidad.
Un juez penal emitió una orden judicial este miércoles, y el viernes próximo podría decidirse su vinculación a proceso.
El sábado al mediodía se localizó el cuerpo de Alejandra, mientras que el de su hija fue hallado horas más tarde en otro punto del mismo predio.
El cuerpo de Alejandra Rivas fue entregado a su familia el fin de semana y sepultado el lunes en el cementerio Peña Amarilla, en Tlajomulco de Zúñiga, Jalisco. La velación tuvo lugar en casa de sus padres, en un ataúd cubierto con plástico debido al avanzado estado de descomposición y la falta de intervención forense adecuada.
El cuerpo de la menor fue entregado cinco días después de su hallazgo, ya que los procedimientos de comparación genética aún no estaban completados.