Tips infalibles para destacar en una entrevista laboral
Ciudad de México, 28 de septiembre de 2020 - El crecimiento constante es un objetivo que todas las personas persiguen en sus vidas, siempre se apuesta por ser mejores en todos los aspectos, incluido el profesional. Por ello, la búsqueda de empleos y los procesos de selección que nos colocan donde queremos estar son un desafío que se debe enfrentar con la mejor preparación y actitud, para así lograr nuestro cometido, ya sea haciendo carrera en la empresa en la que nos desarrollemos o buscando oportunidades laborales en otros lugares.
Para lograrlo, Ariana del Río, jefa de atracción de talento, y que recientemente formó parte de la serie de workshops de la semana del empleo de Crehana—la comunidad de aprendizaje en línea con más de 3 millones de estudiantes— explicó cómo abordar de la mejor manera un proceso de reclutamiento para lograr nuestros objetivos.
“Lo más importante, independientemente de si se está activamente buscando empleo, es tener un perfil empleable. Poseer un conjunto de características que, dentro de nuestra profesión, den certidumbre a un reclutador de que podemos adaptarnos a la compañía o a las funciones que se desempeñarán. Estas características pueden ir desde tener un buen CV, hasta tener una red de contactos nutrida y una preparación constante. Todo suma a la hora de competir por un puesto: la entrevista, la negociación y la honestidad con la que abordemos el proceso”, comenta Ariana.
¿Cómo saber si somos empleables?
Para Ariana, una buena pauta para darse cuenta si se es empleable es utilizar LinkedIn. Si nos contactan al menos tres veces durante el año para participar en algún proceso de selección significa que nuestro perfil es lo suficientemente visible e interesante y que hay empresas interesadas en nuestras capacidades. Una vez que se comuniquen para ver la posibilidad de cubrir una vacante, hay cuatro etapas fundamentales que se deben de tener en cuenta para obtener el trabajo deseado.
Primer contacto: Este es el primer filtro y se hace por medio de una llamada. En ella revisan, a grandes rasgos, la experiencia del candidato y se determina si es apto para el proceso y si cumple los requerimientos. Aquí se comentará una introducción del puesto, empresa o el sector en el que se desarrolla; se pedirán también experiencia profesional y expectativas salariales. Es importante tener bien definido el rango salarial deseado además del motivo por el cual se postula a la vacante. Como recomendación, es importante siempre preparar un speech o guión para esta llamada y tener un mapeo de los aspectos que se deben mencionar de nuestros perfiles.
La evaluación: Su duración depende completamente de la empresa. Puede haber entrevistas, dinámicas en grupo o casos para resolver. Es importante identificar nuestro valor agregado para sacarlo a relucir en este momento. Generalmente, se incluyen evaluaciones de inteligencia y perfiles psicológicos. Se debe tener claro que seremos un asset para la empresa, por lo que el head hunter intentará reducir al máximo los riesgos de contratar a alguien que no funcione para el puesto. En este momento también se solicitarán referencias laborales. Es muy importante siempre cuidar esta red de contactos, ya que será una carta importante para descartar candidatos. Cuida siempre la forma en la que te relacionas en el ámbito profesional.
Entrevista: Al llegar a este punto se debe haber averiguado el perfil del puesto, a cultura y propósito de la empresa. Entre más información tengamos mejor, así podremos descifrar el clima laboral de la empresa y si verdaderamente es un trabajo que queremos. Es importante siempre ser puntual, evitar cualquier distractor y tratar de hacer cierta conexión con el entrevistador. Asimismo, servirá preparar ejemplos de la experiencia, usar datos duros, destacar los resultados y ser siempre agradecidos por la entrevista. No es necesario ser aduladores ni sobrecalificarse, de hecho, entre más honesto, directo y seguro, mejor, y permitirá al reclutador ver de forma más real las aspiraciones y personalidad. Un tip importante en esta etapa es no sacar a colación el tema del sueldo. Es mejor que lo haga el reclutador, una vez que suceda, hay que ser honesto sobre las aspiraciones salariales y no cambiarlas durante el proceso.
Cierre y negociación: Aquí se debe tener claridad sobre el rango salarial, específicamente, el monto mínimo que se está dispuesto a ganar, mismo que deberá ser acorde a lo que se considera dará la tranquilidad de cambiar de trabajo y estar cómodo con la decisión de intentar nuevos retos laborales. Una vez aceptado esto se dará firma de la carta oferta y, posteriormente, de un contrato.
Como todo en la vida, siempre cabe la posibilidad de una respuesta negativa o un rechazo. Es importante recordar que la paciencia es la mejor aliada en este momento. Pedir feedback en estos caso es importante para corregir procesos futuros, y en caso de que no lo haya se debe hacer una introspección objetiva y sincera para saber cuales son los puntos a mejorar.
Siempre se puede trabajar en la empleabilidad, con cursos como Taller de técnicas de negociación de Crehana, se puede tener una herramienta útil para enfrentar este reto y conseguir el puesto que queremos.