Blue Origin cancela primer lanzamiento del cohete de Jeff Bezos por problemas técnicos
El evento, que había generado una gran expectativa, marca un tropiezo en la carrera de la compañía por competir con SpaceX, de Elon Musk, en el mercado de envío de satélites y viajes espaciales.
En lo que se considera un revés para las ambiciones espaciales del multimillonario Jeff Bezos, Blue Origin canceló este lunes 13 de enero el lanzamiento inaugural de su cohete New Glenn debido a un imprevisto técnico de última hora.
Este evento, que había generado gran expectativa, representa un tropiezo en la lucha de la compañía por competir con SpaceX, de Elon Musk, en el mercado de envío de satélites y misiones espaciales.
El lanzamiento, programado para las 1:00 a.m. ET de este lunes desde Cabo Cañaveral, Florida, no se llevó a cabo.
Ariane Cornell, vicepresidenta de sistemas espaciales de Blue Origin, explicó en una transmisión en vivo que la cancelación se debió a un problema en un subsistema del vehículo que requería más tiempo del disponible en la ventana de lanzamiento. La empresa está evaluando las opciones para un nuevo intento.
Este retraso se suma a otros aplazamientos previos, incluido uno el domingo 12 de enero, a causa de condiciones meteorológicas desfavorables para el aterrizaje del propulsor.
El New Glenn, cohete de 98 metros de altura, bautizado en honor al astronauta John Glenn, tiene como objetivo alcanzar la órbita y realizar un aterrizaje controlado de su primera etapa en el mar, a unos 1,000 kilómetros en el Océano Atlántico. Esta misión, conocida como NG-1, marcaría el primer aterrizaje en el mar para Blue Origin, a diferencia de los aterrizajes terrestres de su cohete New Shepard, más pequeño y destinado al turismo espacial.
Este intento de aterrizaje en el mar es crucial para la estrategia de reutilización de cohetes de Blue Origin, un componente central de su visión de sostenibilidad en el espacio.
Mientras SpaceX ha hecho de los aterrizajes de sus cohetes una rutina, Blue Origin aún busca demostrar su capacidad en este aspecto. La fase superior del New Glenn transportaría un prototipo de nave espacial, el Blue Ring, financiado por el Departamento de Defensa de EE.UU., para un vuelo de prueba de seis horas.
Aunque la prioridad es alcanzar la órbita, la recuperación exitosa del propulsor sería un logro significativo para Blue Origin.
En cuanto a capacidad, el New Glenn es más grande que el Falcon 9 de SpaceX y está diseñado para cargas más pesadas, situándose entre el Falcon 9 y el Falcon Heavy.
El sector de lanzamientos espaciales es cada vez más competitivo, con SpaceX liderando el mercado. Blue Origin, aunque avanza a un ritmo más lento, busca posicionarse como un competidor serio, adoptando una estrategia más cautelosa que la de SpaceX, conocida por su filosofía de "fallar rápido, aprender rápido".
Este contraste estratégico plantea una interesante cuestión de marketing: ¿es más efectivo innovar de manera disruptiva y rápida o avanzar con precaución y perfeccionismo? La respuesta probablemente dependa de los objetivos y el contexto de cada empresa.
La competencia entre Blue Origin y SpaceX refleja cómo la innovación y la ambición pueden impulsar el interés público y el desarrollo tecnológico en la carrera espacial.
