Transformación Digital: el futuro de la conectividad en las Operadoras
El 5G es un parteaguas en la conectividad móvil, ofreciendo velocidades y confiabilidad que prometen revolucionar el escenario actual.
Las nuevas tecnologías están revolucionando las redes de telecomunicaciones, especialmente en sus oficinas centrales, que son puntos neurálgicos donde convergen todas las conexiones. Con la evolución de la computación en el borde (edge computing), estas centrales son cruciales para el rápido desarrollo del ecosistema de conectividad y para satisfacer las demandas futuras. Desde la conmutación de voz hasta la fibra hasta el hogar (FTTH), la evolución de las redes y la llegada del 4G han moldeado el escenario actual, destacando la importancia de la conectividad móvil y fija.
El 5G es un parteaguas en la conectividad móvil, ofreciendo velocidades y confiabilidad que prometen revolucionar el escenario actual. Fundamental para el pleno funcionamiento de avances como la inteligencia artificial (IA) y el Internet de las Cosas (IoT), el 5G requiere una infraestructura integrada de redes de fibra y antenas. Las operadoras están invirtiendo en FTTH y tecnologías como DWDM para preparar el camino hacia el 5G y las tecnologías futuras, ampliando la capacidad y eficiencia de las redes.
El reto actual es proporcionar al usuario final una experiencia de conectividad impecable, garantizando un procesamiento y retorno de información rápido y eficiente. La transformación digital impacta todas las industrias que buscan optimizar el rendimiento de aplicaciones en la nube y los servicios al cliente. La creciente dependencia tecnológica exige una conectividad robusta para evitar frustraciones, y es aquí donde las operadoras desempeñan un papel crucial, facilitando la fluidez de datos entre empresas y centros de datos, especialmente con el avance de la IA y el IoT, que demandan alta velocidad y baja latencia.
Interactuar con la tecnología de forma fluida e inmediata es el objetivo, como en una conversación sin retrasos. La IA y el IoT requieren una comunicación casi instantánea, especialmente en aplicaciones críticas como los vehículos autónomos, donde la baja latencia puede marcar la diferencia entre evitar o no un accidente. Con la rápida adopción de nuevas tecnologías como Threads de Meta y ChatGPT, la demanda por redes confiables y de alta velocidad crece exponencialmente. En otras palabras, las Big Techs están invirtiendo cada vez más en IA para optimizar operaciones y servicios.
Sabemos que la IA tiene innumerables aplicaciones en desarrollo, tanto en el ámbito corporativo como en el residencial. A medida que la tecnología evoluciona, la conectividad de alta velocidad se vuelve esencial. Stephen Hawking destacó que la IA puede superar la inteligencia humana debido a su capacidad de aprendizaje rápido, y en este contexto, los centros de datos son clave para esta evolución, proporcionando el poder de procesamiento necesario para la IA y el aprendizaje automático, donde se gestionan y procesan grandes volúmenes de datos.
En el back-end, la IA y el aprendizaje automático trabajan para mejorar la conectividad con los clientes, haciéndose casi autosuficientes. La evolución hacia el Edge Computing representa una revolución al acercar centros de datos más pequeños a los usuarios finales, reduciendo la latencia y mejorando la velocidad de conexión. Aquí, las operadoras desempeñan un papel protagonista al preparar infraestructuras en las ciudades para integrar el Edge Computing y satisfacer las demandas locales. La reestructuración de las oficinas centrales como centros de datos es fundamental para soportar este cambio y garantizar eficiencia en términos de conectividad y velocidad.
Cabe destacar que las operadoras están transformando sus centrales para que funcionen como centros de datos, reduciendo la necesidad de redes externas separadas para cada servicio. Este cambio busca converger todos los servicios, como FTTH, 4G y 5G, en una misma red utilizando la misma infraestructura de fibra óptica. La virtualización avanza con firewalls, SDNs y OLTs basados en software, exigiendo nueva conectividad y una arquitectura modular y flexible que permita crecimiento e implementación rápida de nuevos servicios dentro de la oficina central.
Para activar rápidamente nuevos servicios, la transformación de las centrales en centros de datos debe ser ágil, aprovechando al máximo el espacio disponible. Utilizar equipos de mayor densidad y redes pasivas preparadas para el futuro es esencial para soportar nuevas velocidades y tecnologías, optimizando la inversión y maximizando la infraestructura física (refiriéndose aquí a las salas de telecomunicaciones y edificios donde están instalados los equipos). También es necesaria la adopción de estándares eficientes de implementación e instalación, y Corning ha liderado este movimiento, invirtiendo en conectividad de alta densidad desde 2009 y colaborando con empresas tecnológicas para garantizar la robustez futura. El desarrollo de fibras con múltiples núcleos en una misma fibra (o multicore) que aumentan la capacidad de transmisión sin aumentar el número de fibras o el diámetro de los cables, ocupa menos espacio físico.
Tecnologías emergentes como copackage llevan la fibra óptica directamente al procesador, prometiendo velocidades de hasta 32 terabits. Corning invierte en tecnologías avanzadas para transformar sus centros de datos, y un punto clave es la compactación de la infraestructura de las centrales y centros de datos, lo que permite aumentar la capacidad en el mismo espacio físico. Entre estas innovaciones están los conectores más compactos (o VSFF - Very Small Form Factors), que ya están disponibles en las soluciones más avanzadas.
La inteligencia artificial impulsa la comunicación máquina a máquina, exigiendo mayor capacidad de procesamiento y velocidad. Para las operadoras de telecomunicaciones que buscan migrar a una infraestructura que soporte tecnologías futuras, es esencial analizar la conectividad y la topología de la red. Invertir en la adaptación de la planta y la estructura también es importante, y en este sentido, Corning ofrece consultoría para una transición gradual y eficiente, garantizando que la migración sea transparente y sin problemas, aprovechando sus avances tecnológicos y su experiencia en calidad.