La influencia de los electrodomésticos inteligentes en el ahorro energético de tu cocina
Los expertos aseguran que los electrodomésticos representan más de la mitad del consumo eléctrico del hogar
Los expertos aseguran que los electrodomésticos representan más de la mitad del consumo eléctrico del hogar y que sus versiones inteligentes logran reducirlo entre un 40% y un 60%. Una cifra doblemente significativa si consideramos lo que esto repercute en la economía doméstica y lo que colabora con la reducción de la huella de carbono.
En ese sentido, si bien la lavadora y secadora inteligente y el aire acondicionado, lavavajillas, microondas y refrigerador inverter son más costosos que los convencionales, también son una solución ecológica y económica a largo plazo si tenemos en cuenta el ahorro de energía, la disminución de los gastos del hogar y el cuidado del medio ambiente.
A continuación, vamos a ahondar en los beneficios de estos artefactos modernos tomando como punto de partida algunas cifras de consumo doméstico y describiendo las bondades de algunos de ellos.
Facilitarnos la vida sin arruinarnos la economía
Hoy por hoy, en cada rincón de la casa tenemos algún aparato eléctrico: el refrigerador, el horno, el microondas y el lavavajillas en la cocina; la lavadora y la secadora en el lavadero; y al menos una computadora en algún ambiente del hogar. Y no concebimos otra manera de vivir, porque nos facilitan y simplifican las tareas domésticas, laborales y académicas de todos los días, sin contar el tiempo que nos permiten ahorrar.
Ahora bien, estamos en condiciones de afirmar que lo único que podemos ahorrar con ellos es tiempo, porque estos mismos artefactos y dispositivos electrónicos son los responsables de por lo menos el 50% del consumo eléctrico de la casa y, por lo tanto, del gasto mensual. Y ahí radica la importancia de empezar a reemplazarlos por versiones más inteligentes y eficientes.
Por ejemplo, si en lugar de comprar un modelo convencional optamos por un refrigerador inverter, lograremos un importante ahorro. Reflejado en números, un refrigerador con freezer tradicional consume 90 kWh y 200 watts, mientras que uno inverter, sólo 35 kWh y 200 watts. Y cifras similares se replican en otros electrodomésticos de este tipo.
El gasto energético del hogar
Como dijimos, los electrodomésticos hogareños representan más del 50% del consumo eléctrico de una casa de familia. Dentro de ellos, el refrigerador es responsable de más del 30%; la lavadora y el televisor, del 12% cada uno; el horno, del 8,3%.
Detrás de los artefactos mencionados, se posiciona la iluminación, que ronda el 11% de consumo. Seguida por el horno eléctrico, con más del 9%, el termotanque y la calefacción, con casi 7,5% cada uno. Más allá de las cifras, más que ilustrativas, estas no son tajantes ni generalizadas en términos de gastos.
El volumen de consumo energético doméstico está sujeto a varios factores, entre los que se destacan el número de residentes de la casa, la cantidad y tipo de electrodomésticos que utilizan esas personas y la forma en que los usan. Además, de la temporada del año, teniendo en cuenta que, por ejemplo, en verano se incrementa el uso del aire acondicionado.
Por otro lado, está el fenómeno llamado "consumo fantasma" o pasivo, es decir el que demandan estos equipos, aun estando apagados o fuera de funcionamiento. Porque esas pequeñas lucecitas que se mantienen encendidas en la mayoría de ellos continúan consumiendo una energía en torno a 6,6% del total del hogar.
Este escenario deja más que clara la necesidad de modificar los hábitos en torno al consumo eléctrico, reemplazando los electrodomésticos convencionales por aquellos señalados con la etiqueta de alta eficiencia energética y las lámparas alógenas por otras con tecnología LED, desenchufar todos aquello que no estamos utilizando y mantener prendidas sólo las luces del ambiente en el que estamos, entre otras iniciativas.
Ventajas de los electrodomésticos eficientes
La eficiencia de los electrodomésticos modernos responde a la incorporación constante de tecnologías innovadoras en los procesos de fabricación, tanto en su funcionamiento como en los diseños elegidos y materiales empleados para su confección. Como resultado, no sólo se obtienen artefactos cada vez más eficientes, sino también más funcionales, fáciles de usar y sustentables.
Eficiencia y ahorro energético
Se logra a través de sistemas y programas que logran brindar el mismo servicio e igual o mayor cantidad de funciones que las versiones tradicionales, pero con un requerimiento energético muy inferior, tanto de electricidad como de agua, si hablamos de lavadoras, por ejemplo.
Resistencia y durabilidad
La eficiencia de los equipos da como resultado una mayor vida útil y esto significa que el usuario deberá reemplazarlo mucho más tarde y se desecharán menos electrodomésticos dañados.
Ahorro económico a largo plazo
Como anticipamos, los electrodomésticos eficientes se comercializan a precios más altos que los tradicionales y quizás sea el principal motivo por el que los usuarios reinciden con los modelos convencionales. Sin embargo, esa inversión inicial termina siendo beneficiosa si comparamos el gasto que reviste el consumo de uno y otro modelo.
Sostenibilidad y conciencia ecológica
Optar por electrodomésticos eficientes guarda una estrecha relación con la reducción del impacto ambiental, no sólo porque consumen significativamente menos energía, sino también porque emiten menos gases de efecto invernadero, el principal enemigo del medio ambiente.
Los electrodomésticos inteligentes que deberíamos tener
Dentro del rubro de los electrodomésticos, hay unos cuantos que casi todas las casas tienen y deberían ir reemplazando por sus alternativas inteligentes, no sólo para colaborar con la economía doméstica, sino también con el bienestar medioambiental. Vale destacar que pueden reconocerse por la etiqueta energética que contiene las letras desde la "A" hasta la "G". Los clasificados con la A son los más eficientes, seguidos por los B y así sucesivamente.
Refrigeradores
Los modelos inteligentes cuentan con funciones que colaboran con el ahorro, como un frente transparente que permite ver el interior sin necesidad de mantener la puerta abierta mientras buscamos o pensamos qué queremos comer o una alarma que suena cuando la puerta queda mal cerrada o los alimentos están llegando a su fecha de caducidad.
Lavadoras
Las de carga frontal demandan menos energía eléctrica y agua para funcionar que las de carga superior y centrifugan a una mayor velocidad, logrando dejar la ropa menos húmeda. Las versiones inverter ofrecen programas que se ejecutan en muy poco tiempo, hasta en 15 minutos, demandan pocas cantidades de agua, lo que se traduce en un doble ahorro, de electricidad y de agua.
Aire acondicionado
El ahorro de los modelos inverter responde a su capacidad para mantener una temperatura regulada, teniendo en cuenta la temperatura y humedad del ambiente y la dirección del aire, entre otros condicionantes. Es importante que la capacidad del equipo sea la adecuada para las dimensiones de la habitación que pretendemos refrigerar. De lo contrario, deberá hacer un esfuerzo mayor y consumirá más energía.
Lavavajillas
Si bien no es uno de los electrodomésticos más consumido, es muy utilizado por familias numerosas y emprendimientos gastronómicos y, al igual que las lavadoras, las versiones inverter ofrecen alternativas para lavar los utensilios de cocina en poco tiempo y con poca agua, logrando resultados igual de eficaces.
Microondas
Los modelos inteligentes inverter logran calentar y cocinar la comida en muy poco tiempo, demandando poca energía. Además, la mayoría de ellos tienen están confeccionados con materiales que facilitan la limpieza y algunos cuentan con recubrimientos anti bacteriales.