¿Qué tan tech son las fintech en México?
Las fintech nacieron con un componente tecnológico innegable, pero conforme el ecosistema se vuelve más robusto y diverso la tecnología ha pasado de ser una característica a un verdadero habilitador.
De acuerdo al más reciente reporte del Global Innovation Index de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (WIPO por sus siglas en inglés), México ocupó el lugar 55 de 132 economías a nivel global en términos de innovación; particularmente, sobresale que se encuentra ubicado en el escalafón 62 al hablar de uso de insumos innovadores. Lo anterior implica que hay un rezago considerable en cuanto a adopción tecnológica en sus sectores productivos.
“La transición tecnológica se aceleró a lo largo de los años más difíciles de la pandemia; sin embargo, es un proceso largo que en México todavía no termina de consolidarse. Y la realidad es que incluso sectores abiertamente tecnológicos, como el fintech, tienen un camino largo por recorrer aún, en la medida que infraestructura y modelos más complejos todavía no son de uso generalizado, como puede ser el caso de herramientas comunes como las que propone la banca abierta, por ejemplo”, explica Nick Grassi, Co-CEO de Finerio Connect, startup mexicana de finanzas integradas.
Datos del más reciente Radar Fintech México de Finnovista, el 2023 inició con 650 fintech en operación, lo que representa un 26% de crecimiento en comparación con el año anterior. No obstante, esta tendencia data de años atrás, pues desde el 2019 a la fecha, esta industria ha tenido un crecimiento promedio anual de 18%.
Según registros de la UNESCO en su Informe sobre la ciencia, hacia 2030, hacia el cambio de década el promedio de inversión en ciencia y tecnología aumentó en 19.2%, estableciéndose en casi 15% del PIB mundial; mientras tanto, en México hubo una reducción de 0.13%, apenas significando 0.31% del PIB nacional.
Retos para la adopción de tecnología
La adopción tecnológica de la industria fintech presenta retos en la medida que la población general no tiene un acceso generalizado a internet y a herramientas electrónicas de punta. Sin embargo, Grassi considera que existen andamiajes digitales que pueden propulsar que las empresas del sector adopten más y mejores mecanismos, empezando por interfaces de programación de aplicaciones (APIs) que crean puentes de comunicación, en tiempo real, entre instituciones financieras en todo México.
El modelo de la banca abierta (Open Banking) involucra una distribución de datos a nivel individual y agregado del sistema financiero para que todas las partes tengan constante información; con ello, ofrecer u obtener productos personalizados e ideales para necesidades específicas. En él se requiere de una red conectada en tiempo real entre aplicaciones y bases de datos de instituciones financieras.
De hecho Finnovista refiere que desde el 2021, las tecnologías de banca abierta y APIs son más empleadas por las fintech mexicanas, y al menos 60% las utilizan. Le siguen Big Data y Analytics, Inteligencia Artificial y Biometría.
“Las fintech son tecnológicas por naturaleza, pero conforme el ecosistema se hace más robusto, van perfilando una tendencia hacia tecnologías que les permitan escalar y eso se logra con datos y con un entendimiento pleno del cliente y del mercado. No será extraño que algunos años esto continúe y las fintech que tengamos sean más ‘tech’, esto también será algo que veremos en la banca y en toda la industria financiera en general”, añade el especialista en la industria financiera.
El especialista afirma que para empresas pequeñas o de reciente creación, el componente tecnológico puede representar un reto; no obstante, se trata de una inversión que en el mediano y largo plazo, les permitirá tener un mayor crecimiento, a partir de un mejor modelo de negocios, productos y operaciones seguras.