Propone historiador recuperar el nombre California al presentar libro en el CECUT
Basado en el análisis de mapas históricos, Carlos Lazcano Sahagún demuestra cómo el nombre de California pertenece más a México que a Estados Unidos y reprueba la tendencia de llamar “Baja” a los estados que conforman la península.
Por: EL MEXICANO | 05/22/2019
TIJUANA, B.C.- El investigador Carlos Lazcano Sahagún propuso que el nombre oficial del Estado de Baja California Sur regrese a su primera denominación y se le llame “California”, ya que fue aquí donde originalmente se dio ese nombre y que el hoy Estado de Baja California cambie su nombre oficial por el de “California Norte”.
Durante la presentación de su libro “Sobre el nombre California. Huella cartográfica de uno de los nombres más fascinantes de la geografía mundial” en el Centro Cultural Tijuana, organismo de la Secretaría de Cultura, donde tiene lugar la 37 Feria del Libro, Lazcano Sahagún explicó que el nombre llegó a la actual California estadounidense más de 80 años después que a la península, debido a un grave error cartográfico, ya entrada la tercera década del siglo XVII.
Basado en fuentes cartográficas, el historiador ensenadense expuso cómo el nombre California pasó de la novela “Las sergas de Esplandián” a la actual península de Baja California durante las exploraciones de Hernán Cortés en la primera mitad del siglo XVI, y en su libro ofrece argumentos históricos para oponerse a la tendencia, impulsada hoy por empresarios turísticos e inmobiliarios, de llamar “Baja” a la península, toda vez que representa una mutilación del nombre original y la deformación de una de las raíces identitarias de estas tierras.
A través del análisis de una serie de mapas de época, el director del Museo de Historia de Ensenada y presidente de la Sociedad Nacional de Exploradores muestra cómo el nombre California fue evolucionando desde Cabo San Lucas, al que se le llamó inicialmente Cabo California, hasta lo que hoy es Alaska, y cómo está asociado al descubrimiento de toda la costa del noroeste de América.
Como se sabe, en las décadas iniciales que siguieron a la Conquista, a California se le representaba como una isla y Lazcano dio con un mapa del siglo XVI en el que aparece por primera vez el nombre de California que luego se extendió a toda la porción noroeste del continente, incluyendo a lo que hoy es la California estadounidense.
El libro contiene argumentos para que la península recupere su nombre original “California”, el cual históricamente le pertenece más a México que a los Estados Unidos, contrarrestando la tendencia a nombrarla “Baja”, la cual es promovida por intereses ajenos a esta tierra y que va en contra de la historia, las identidades, las raíces y la cultura de la península y sus dos Estados: Baja California Sur y Baja California, explicó Lazcano Sahagún.
La tendencia es tan fuerte que el Congreso de Baja California Sur emitió un decreto sobre el uso correcto del nombre de ese estado y evitar la denominación “Baja”, pero ahora se ha planteado otro debate para que se adopte el nombre original de la península: California, explicó a su vez Elizabeth Acosta Mendía, directora del Archivo Histórico Pablo L. Martínez, que editó el libro de Lazcano Sahagún.
A su vez, Armando Estrada Lázaro encomió el esfuerzo del historiador ensenadense para respaldar con argumentos basados en el análisis de la historia la defensa del nombre original de la península, porque ello tiene que ver con las raíces de este territorio y la identidad de sus habitantes.
Durante la presentación de su libro “Sobre el nombre California. Huella cartográfica de uno de los nombres más fascinantes de la geografía mundial” en el Centro Cultural Tijuana, organismo de la Secretaría de Cultura, donde tiene lugar la 37 Feria del Libro, Lazcano Sahagún explicó que el nombre llegó a la actual California estadounidense más de 80 años después que a la península, debido a un grave error cartográfico, ya entrada la tercera década del siglo XVII.
Basado en fuentes cartográficas, el historiador ensenadense expuso cómo el nombre California pasó de la novela “Las sergas de Esplandián” a la actual península de Baja California durante las exploraciones de Hernán Cortés en la primera mitad del siglo XVI, y en su libro ofrece argumentos históricos para oponerse a la tendencia, impulsada hoy por empresarios turísticos e inmobiliarios, de llamar “Baja” a la península, toda vez que representa una mutilación del nombre original y la deformación de una de las raíces identitarias de estas tierras.
A través del análisis de una serie de mapas de época, el director del Museo de Historia de Ensenada y presidente de la Sociedad Nacional de Exploradores muestra cómo el nombre California fue evolucionando desde Cabo San Lucas, al que se le llamó inicialmente Cabo California, hasta lo que hoy es Alaska, y cómo está asociado al descubrimiento de toda la costa del noroeste de América.
Como se sabe, en las décadas iniciales que siguieron a la Conquista, a California se le representaba como una isla y Lazcano dio con un mapa del siglo XVI en el que aparece por primera vez el nombre de California que luego se extendió a toda la porción noroeste del continente, incluyendo a lo que hoy es la California estadounidense.
El libro contiene argumentos para que la península recupere su nombre original “California”, el cual históricamente le pertenece más a México que a los Estados Unidos, contrarrestando la tendencia a nombrarla “Baja”, la cual es promovida por intereses ajenos a esta tierra y que va en contra de la historia, las identidades, las raíces y la cultura de la península y sus dos Estados: Baja California Sur y Baja California, explicó Lazcano Sahagún.
La tendencia es tan fuerte que el Congreso de Baja California Sur emitió un decreto sobre el uso correcto del nombre de ese estado y evitar la denominación “Baja”, pero ahora se ha planteado otro debate para que se adopte el nombre original de la península: California, explicó a su vez Elizabeth Acosta Mendía, directora del Archivo Histórico Pablo L. Martínez, que editó el libro de Lazcano Sahagún.
A su vez, Armando Estrada Lázaro encomió el esfuerzo del historiador ensenadense para respaldar con argumentos basados en el análisis de la historia la defensa del nombre original de la península, porque ello tiene que ver con las raíces de este territorio y la identidad de sus habitantes.