Cita con Clío

FRASE. “Aquellos quienes cuentan la Historia, gobiernan la sociedad,” Platón.

Mastretta. UN MUSEO MUNICIPAL. Vale la pena que reflexionemos sobre la importancia y urgente necesidad de que nuestra ciudad capital cuente con un Museo de Antropología e Historia, con el objetivo de preservar y difundir el patrimonio histórico del pueblo mexicalense.

Un museo (del latín Museum y éste a su vez del griego µ??se??) es una institución pública o privada, permanente, con o sin fines de lucro, al servicio de la sociedad y su desarrollo y abierta al público, que adquiere, conserva, investiga, comunica y expone o exhibe, con propósitos de estudio, educación y deleite colecciones de arte, científicas, etc., siempre con un valor cultural, según el Consejo Internacional de Museos (ICOM). La ciencia que los estudia se denomina museología y la técnica de su gestión museografía.

En los últimos años se ha llegado a la conclusión de que cada proyecto de museografía es muy diferente; no hay un proyecto igual a otro. La museografía, desde mi particular punto de vista, no es ni arte ni ciencia, es una cosa como el hombre mismo y evoluciona sobre la marcha, no se le puede sujetar y no es rígida. Me ha tocado conocer y visitar muchos museos y muchas exposiciones y cada caso es totalmente diferente, porque depende de la geografía del lugar, de los recursos, de la intención, de la colección o la falta de colección; depende de tantas determinantes que lo hacen, de veras, un caso único, con poca relación con los demás. No hay recetas, no hay fórmulas, no hay una ciencia. Depende de la brillantez del equipo en turno, de la solidez de las ideas.

Un museo no es un almacén de cosas viejas, tampoco podemos decir que haya una "esencia" que defina al museo, es decir, sus identidades, objetivos, funciones, conocimientos, materias, etc., son variables y están sujetos a las relaciones de poder, a constricciones sociales o políticas. Nos encontramos en un momento en el que, a partir de movimientos políticos, sociales y científicos (incluidos los museológicos), los museos están revisando y ampliando sus discursos, reconociendo los sesgos de sus contenidos y perspectivas, y las exclusiones que éstos suponen, a fin de incluir una mirada más abierta y plural sobre los conocimientos que difunden. Se busca democratizar los museos haciéndolos más accesibles a distintos públicos, incluyendo la difusión de valores democráticos, y/o promoviendo la participación de diversos actores sociales en la formación de las colecciones, en la selección de los contenidos y en el diseño de las exposiciones museísticos. Asimismo está en proceso la experimentación de múltiples formas de interacción.

¿Para qué sirve un museo? El mundo de los museos es muy amplio. Los museos se han convertido en instrumentos importantes y de prestigio en la sociedad actual. El crecimiento, o incluso la masificación de la afluencia de visitantes a los museos y el surgimiento de pequeños y grandes museos en todo el mundo, constata el reconocimiento social, político y también económico que se atribuye a los museos en diversas sociedades. Actualmente hay museos grandes y pequeños, que subsisten con recursos públicos, privados, universitarios, comunitarios o mixtos; que atienden a públicos de todo tipo: general, especializado, infantil. Los hay de carácter local, regional, nacional o incluso mundial.

El museo es un recurso útil para mostrar ideas, conocimientos, conceptos y situaciones que puedan ser escuchados o conocidos, comprendidos, confrontados, valorados, reivindicados, celebrados. Cualquier tipo de actividad o evento –científico, natural y social-, y objetos de toda índole pueden ser mostrados para transmitir contenidos que pueden ayudar a los públicos a examinar los supuestos o informaciones previas, a tener nuevos elementos de juicio y comprensión, a estimular ciertos intereses, lo cual puede traducirse en nuevas valoraciones, habilidades, actitudes y/o en acciones.

Las colecciones de objetos contenidas en los museos son un elemento de fundamental importancia en el desarrollo cultural del mundo moderno. Los museos, junto con las bibliotecas y los archivos, contienen los testimonios del trabajo realizado por el hombre a través de toda su historia. Pero el papel que juegan los museos es quizá más amplio que el de las bibliotecas y archivos para conocer la historia de la actividad creadora humana desde los orígenes.

El Museo Municipal de Historia de Mexicali deberá ser un instrumento de preservación del conjunto del patrimonio pera también deberá ostentar una misión educativa muy importante para el desarrollo de nuestra comunidad, promoviendo un enfoque integral del patrimonio cultural, así como de los vínculos de continuidad entre creación y patrimonio, permitiendo al público local reanudar lazos con sus propias raíces, así como comprender la cultura de los otros.

El Museo Municipal de Historia de Mexicali expresará las aspiraciones culturales de los mexicalenses y permitirá dejar al descubierto la identidad propia y la diversidad en un mundo en constante mutación; deberá ser un espacio que se proyecte como el medio idóneo para detectar, estudiar y difundir los testimonios esenciales de la acción del hombre a través de su historia; además de rescatar y conservar aquello que hace posible la comprensión cabal de nuestra herencia cultural para fomentar e incrementar el valor de la identidad regional, basado en el respeto de los valores fundamentales de la sociedad y de la cultura.

CONOCIENDO NUESTROS ORÍGENES. Abelardo L. Rodríguez. Presidente sustituto, septiembre 3 de 1932 a noviembre 30 de 1934.

Fue electo por el Congreso para terminar el periodo que Pascual Ortiz Rubio dejó inconcluso. Su gobierno caminó todavía bajo la influencia del general Plutarco Elías Calles, por lo que el nuevo presidente prestó mayor atención a los asuntos administrativos que a la política nacional.

Había militado al lado de Obregón durante la revolución constitucionalista, secundó la rebelión contra Carranza en 1920 y gobernó el Distrito Norte de Baja California de 1923 a 1929. Si su pasado revolucionario no tenía nada de extraordinario, su paso por la presidencia del país no fue diferente.

Sus dos años de gobierno transcurrieron en relativa calma. Creó el Banco Hipotecario y de Obras Públicas; para levantar un monumento en honor de Obregón, expropió el predio de San Ángel (donde fue asesinado el sonorense) e inauguró el palacio de Bellas Artes.

Y aunque fue colocado en la presidencia con el fin de allanar el camino para la sucesión presidencial de 1934, durante su administración se reformó el artículo 3º constitucional que declaró socialista y obligatoria la educación impartida por el estado, lo cual desató la tenaz oposición de buena parte de la sociedad. Pero don Abelardo ya no tuvo que lidiar con el problema: lo heredó el presidente Cárdenas.

FUENTES CONSULTADAS:

1) Luis González y González. Viaje por la Historia de México. México. 2010.
*) Licenciado en Administración Pública y Ciencias Políticas por la Facultad de Ciencias Sociales y Políticas de la UABC y, en Historia por la Facultad de Ciencias Humanas de la UABC. Investigador del Archivo Histórico del Municipio de Mexicali. IMACUM. Email: lerdok57@hotmail.com.
Facebook: Francisco Javier Palacios Flores.



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