El lenguaje
Sociedad y derecho.
"...Fue llamado el nombre de ella Babel, porque allí confundió Yahveh el lenguaje de toda la tierra." Génesis 11.
La importancia del lenguaje en el éxito de la supervivencia y prosperidad de la especie humana ha sido fundamental.
Me refiero al lenguaje como esa capacidad propia del ser humano para expresar pensamientos y sentimientos por medio de la palabra, verbal, escrita o por signos. Y no a los diferentes idiomas, los cuales son meramente consecuencia del primero.
Sin el lenguaje no existiría la sociedad ni hubieran surgido los primeros grupos de nómadas hasta alcanzar la complejidad social de nuestros días.
Sin él, de inicio, no podríamos describir las emociones que nos motivan para crear lazos familiares, de amistades o de cualquier otro tipo con nuestros semejantes, lo que nos limitaría al aislamiento.
La habilidad del ser humano de pensar, tener capacidad de abstracción y discernimiento, son una consecuencia directa del surgimiento del lenguaje, lo que lo distinguen de todos los demás seres vivos que han habitado el planeta a lo largo de los eones de su existencia. Gracias a ello pudimos crear culturas, concebir la existencia de Dios, con el poder del pensamiento y la construcción de ideas.
Al poder expresar las emociones y motivaciones por medio del lenguaje, el ser humano pudo percibir su propia existencia y cuestionarse su razón de existir, lo que lo ha llevado a una fuente inagotable de preguntas que en su gran mayoría aún no tienen respuesta, pero que, a la vez, lo han vuelto un ser más complejo y sofisticado.
Las ideas, que no pueden ser producto de otra cosa que del razonamiento y este, ser consecuencia innegable del lenguaje, han hecho a la humanidad progresar, pasando de una vida simple a la creación de grandes ciudades, imperios y naciones, así como avances sociales, industriales y tecnológicos que lo han llevado incluso a la exploración del espacio.
No obstante, esa misma sofisticación de ideas y razonamiento, también han jugado y, juegan, en su perjuicio, ocasionando animadversión, hostilidad, conflictos y guerras, por motivos tan diversos como el modo de pensar y concebirse a sí mismo, así como al concepto de justicia, del bien, del mal y de Dios.
Gracias al lenguaje, la especie humana ha perdurado y progresado y, paradójicamente, también en razón a él, la ha separado, dividiéndola en indios, negros, blancos, judíos, católicos, protestantes y musulmanes, hasta llegar al punto de poner en peligro su propia existencia en más de una ocasión.
Así de poderoso es el lenguaje, así de enorme es el imperio de las ideas y del pensamiento, tanto para crear como para destruir.
De ahí, la fundamental trascendencia de no dejarnos influenciar por ideas de odio y animadversión qué en su mayoría ni siquiera son producto de nuestro propio discernimiento, sino de quienes ejercen el poder.
Somos seres individuales, dueños absolutos de nuestros pensamientos e ideas. Esa es nuestra máxima, si no es que la única libertad real que poseemos, por lo que debemos cuidarlos, protegerlos y defenderlos, así difieran del pensamiento colectivo.
Como siempre un placer saludarlo, esperando qué estas pocas letras hayan sido de su agrado y, sobre todo de utilidad ¡Hasta la próxima!