El ocho de julio
PERSPECTIVA
México no está naciendo ahorita, la construcción de este país ha sido y es, un
proceso largo y doloroso en el que millones de ciudadanos hemos participado
de múltiples maneras. Directa o indirectamente, visibles o anónimos, esta
nación democrática es actualmente plural y como nunca antes había sucedido
se ha robustecido con distintas aportaciones de pensamiento crítico. Nuestra
simpatía hacia las corrientes liberales o de izquierda, no impide reconocer las
aportaciones que la derecha ha tenido. El PAN, ha hecho lo suyo, aportes
fundamentales, nadie podría negarlo. A partir del año 2000 que se produjo la
alternancia en el poder, los mexicanos aprendimos que los nuevos personajes
públicos están sujetos a la rendición de cuentas y al escrutinio social. El PAN,
cobró tanta fuerza que lo que antes se ocultaba, empezó a exhibirse con
orgullo. Ser panista.
En Baja California, mucho antes lo habíamos aprendido con el arribo de
Ernesto Ruffo a la gubernatura en 1989. En ese año llega al poder un PAN
fuerte y vigoroso y durante 30 años estuvo al frente de la administración pública
del estado, hasta este 2019 que ha sido derrotado en las urnas por la fuerza
demoledora de Morena.
Más allá de lo absolutamente abierto y transparente, hay situaciones, hechos
que están allí y no se habla mucho de ello. Me refiero a la fuerza oculta del
Pan que se sustenta en una organización que como muchas organizaciones
secretas o amores clandestinos se mantienen en la sombras. En el PAN,
existe una organización secreta que se reparte posiciones de poder: El
Yunque, la ultraderecha en el poder.
Desde su secretismo se sabe que el Yunque es una asociación de inspiración
católica que de acuerdo a investigaciones periodísticas serias utiliza
adiestramientos psicológicos y físicos basados en concepciones medievales y
religiosas que no caben en una nación laica y libre.
El pensamiento de la Organización Nacional del Yunque fundado hace más de
seis décadas se contrapone a las organizaciones de izquierda y por ende, con
especial virulencia al gobierno actual de la república. A la izquierda la califican
como de demoniaca. Guanajuato ha sido el gran semillero de la Organización y
en su himno se traslucen sus objetivos e ideales eminentemente católicos.
Implantar el reino de Dios en tierra mexicana a través de un proyecto político
bien estructurado. Una verdadera militancia divina que empieza en las
organizaciones de padres de familia de muchas escuelas particulares y culmina
en las grandes alianzas con cámaras empresariales.
Así como el primer gran triunfo del Pan fue en Baja California, ha sido también
acá su inaudita caída. Hace dos días, la noche del ocho de julio se ha
resquebrajado de tal manera esta fortaleza panista que ha cimbrado con su
estrépito hasta las raíces mismas del partido que aún atónito contempla lo
sucedido. Legisladores panistas votando en contra del partido mismo apoyando
que el gobernador electo de Morena que gobernaría por dos años, amplíe su
período a cinco.
Teorías especulaciones, hipótesis. La verdad aún se resiste. El caos dentro del
PAN se percibe no sólo por las declaraciones del dirigente nacional que está
impugnando la elección sino por la advertencia o amenaza de que los
diputados panistas serán expulsados del partido. Los acusan abiertamente de
traición.
La noche del dos de julio de 1989 y la noche del ocho de julio de 2019, serán
los puntos de referencia del inicio del auge y la caída de Acción Nacional, que
ya mostraba signos de resquebrajamiento. Sin embargo, no olvidemos que allí
está aún la fuerza del poderoso Yunque que moverá las piezas, intentará un
agrupamiento de fuerzas y enroques en busca de sus objetivos principales.,
Resquebrajar el gobierno de Andrés Manuel López Obrador y recuperar Baja
California.
Con la fuerza de Dios, dicen.
viveleyendo.normabustamante@gmail.com