La psicología del cambio

 Para el derecho la sociología, es decir, la forma en que  se desenvuelven los individuos en la sociedad, es de la mayor importancia, pues sólo así es posible comprender aquellas conductas que llevan a cabo los individuos y que impactan en la vida de la comunidad,  tanto económica como cultural.

Por lo general, las personas tendemos a buscar la seguridad, tanto en el aspecto económico como en el de las relaciones personales.

Esto quizá seguramente, se deba a nuestra naturaleza emocional que nos hace sentir más cómodos en situaciones en las que percibimos que controlamos los resultados. 

Por ello es que, tener un empleo con un ingreso garantizado, aunque éste sea insuficiente, es preferible a emprender un negocio propio en el que la incertidumbre económica es la constante. 

Así como el estar en relaciones de co dependencia en las que nos sentimos arropados y protegidos, aunque sea sólo en apariencia, pero que en la realidad es lo contrario, es preferible a estar solos por nuestra cuenta y riesgo. 

El temor al cambio es uno los principales factores que generan la mentalidad de pobreza.

Muchas personas le tienen miedo al riesgo y a la falta de seguridad y estabilidad.

Estas actitudes impiden que realicen negocios o emprendimientos porque implican una gran apuesta.

La que debemos entender es que en realidad siempre hemos estado solos y lo que hemos logrado o no, ha sido por nuestras decisiones y actos, no importa si somos empleados o subordinados a alguien más. 

Tomar consciencia de ello implica hacernos responsables de nuestros actos y aceptar que nuestras circunstancias son consecuencia de nuestras decisiones y de nadie más.  

La realidad es que las cosas siempre cambian, para bien o para mal, pero jamás se quedan estáticas.  

Es importante concebir el cambio como algo natural, y sobre todo, como una oportunidad para poner a prueba  nuestros talentos y capacidades, para crecer y desarrollar todo nuestro potencial.

Todos los cambios son procesos de un modo u otro dolorosos, pero que invariablemente traen cosas positivas, como el aprendizaje.  

Estar dispuestos a cambiar y adaptarse para mejorar, es una de las decisiones que conlleva los cambios más trascendentales que cualquier persona puede experimentar, es tomar la responsabilidad de nuestra vida y actos. 

Los resultados que obtengamos serán consecuencia directa e inevitable del trabajo, pasión, valores y esfuerzo que le invirtamos, lo que sin duda nos retribuirá en una mejor vida, más plena  y congruente, elevando así la calidad y nivel de bienestar de toda la sociedad. 

Como siempre un placer saludarlo, esperando que estas pocas letras hayan sido de su agrado y sobre todo de utilidad ¡Hasta la próxima!