Mala experiencia en viaje al sur
Mediante
esta carta quiero advertir a los que van por carretera al sur, que
tomen sus precauciones. Primero, cumplan con pedir su permiso de
migración, permiso para el vehículo y paguen los impuestos que se
le cobrarán en aduana. De lo contrario tendran grandes problemas, no
solamente con la policía federal, sino con asaltantes de carretera,
que tras fingir que son policias, buscarán la forma de rebarle su
carro y sus pertenencias, dejándolos a pie en medio de la carretera.
Tramiten todo en la frontera antes de salir de viaje. En el camino la
aduana esta SEPARADA de migracion. Cuando pase la aduana, al sur de
Sonoyta, la pasé sin problemas, pero nadie me advirtió que era el
último punto para tramitar la migración. Cuando llegué al control
de vehículos para pedir el permiso de carro extranjero, me entero
que no pueden tramitarlo porque se necesitó que tuviera primero el
permiso de migración, y tuve que regresarme mas de 100 kilometros,
con la perdida de tiempo y de gasolina correspondiente. Además de
esto, las casetas están muy caras, algunas le cobran 180 0 190 pesos
por un tramo realmente corto. Terminé gastando alrededor de 6,000
pesos. El costo de gasolina para viajar de Tijuana a Puerto Vallarta,
supero los 6,500 pesos. Aparte de esto sl sur de Sonoyta, que no
tiene ningún control de policia, sufrimos un intento de asalto,
cuando veo un grupo de civiles haciéndonos el alto, sin ninguna
patrulla, ni uniforme que los identificaran. Como yo no vi a nadie
que pudiera ser un policía, le eché el carro encima a un tipo que
se quitó a tiempo y yo pasé volando. Menos mal que nadie nos
persiguió. Pero lamentablemente ahí no termino todo. Más adelante
habia otro grupo de civiles haciendo el alto y esta vez no pude
escaparme. Nos revisaron el carro y a nosotros por si encontraban,
según ellos, algo ilegal. No sé cómo, pero nos dejaron ir cuando
mi esposa les mostró su credencial de maestra jubilada. Por último
y entrando a Sinaloa, otro control carretero, esta vez de policia
federal, que tambien nos inspeccionaron hasta por debajo de la
lengua, incluso un policía se tomó la atribución de registrar el
bolso de mi esposa. Las carreteras de México no son ningún lugar
seguro para los viajeros y turistas que viajan, sino todo lo
contrario, por lo cual este será mi último viaje por carretera y en
el futuro viajare por avión, rápido, económico y seguro. No tomen
a la ligera mi mala experiencia.