México pierde tiempo ante el coronavirus
Las imágenes de Andrés Manuel López Obrador, presidente de México, dándose besos y abrazos literalmente un baño de pueblo reman a contracorriente de todas las precauciones que por salud pública está recomendando la propia Organización Mundial de la Salud (OMS) ante la pandemia del coronavirus.
México está perdiendo un valiosísimo tiempo en implementar una serie de cortafuegos que impidan la transmisión a mansalva del Covid-19 y debería mirar el desastre sanitario y económico que ya tienen países como Italia y España también por reaccionar a destiempo.
Las autoridades sanitarias españolas han debido reconocer que antes de que Italia eclosionará con lo del coronavirus -el fin de semana del 21 de febrero-en el país ibérico, un hombre de 69 años de edad, falleció en Valencia el 13 de febrero tras un viaje a Nepal y cuyo diagnóstico para los doctores fue evaluado como “neumonía atípica”.
La cadena de decisiones en España ha ido avanzando ipso facto en la medida que los casos de contagio y de fallecidos incrementan: en reunión extraordinaria de Consejo de Ministros el sábado 14 de marzo, el presidente Pedro Sánchez, firmó el decreto de estado de alerta que le faculta activar las atribuciones constitucionales del artículo 116.
Dicho artículo refiere igualmente potestades para el Ejecutivo en casos de excepción y de sitio; para la activación del estado de alerta ante la urgencia sanitaria extrema, el mandatario Sánchez tendrá para sí todas las facultades de gobierno, civiles y militares durante quince días y en caso de requerir mayor tiempo deberá comunicarlo y pedir el consentimiento del Congreso.
Durante dos semanas será limitada la movilidad de los ciudadanos que deberán permanecer en sus casas, quedarán abiertos los supermercados y las farmacias; la movilidad ha ido restringiéndose permanece interrumpido el tráfico aéreo entre Italia y España; así como con Marruecos y otros 62 países han vetado la afluencia de españoles e italianos.
Después de Italia que se ha puesto en cuarentena, Portugal activó su estado de alerta y España ha debido hacer lo mismo para que Sánchez concentre la toma de decisiones de forma más expedita y fácil a fin de ganarle pronto la batalla al Covid-19. Aunque ha demorado días en decidir qué hacer.
Visiblemente consternado, por la celeridad del contagio, el dignatario español aseveró que movilizarán todos los recursos del Estado para proteger mejor la salud de los ciudadanos desde recursos económicos, sanitarios, públicos, privados, civiles y militares.
A COLACIÓN
¿Cuánto puede durar en el país ibérico la contención de la enfermedad? En la opinión de Fernando Simón, director del Centro de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad, acabar con los contagios oscilará “como mínimo entre mes y medio o dos meses” aunque en un escenario más complicado demoraría entre “tres o cuatro meses”, todo en función de las medidas que sean adoptadas.
No se esperan días fáciles, ni para la salud pública, ni para la economía de miles de empresarios ni el bolsillo de millones de ciudadanos que ven esfumarse su dinero y su empleo, en la medida que se quedan sin eventos, sin turistas, huéspedes, viajeros y comensales; pero con muchas deudas por pagar, hipotecas por cubrir, impuestos que saldar y nóminas que hacer efectivas.
España es el segundo país del mundo con más turistas, el año pasado fue visitado por 83 millones de viajeros; en Valencia, la postergación de las Fallas lleva implícita en juego cerca de 850 millones de dólares.
En general, el golpe económico es incalculable, el efecto es aún peor que las consecuencias desatadas por los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos; que el quebranto de Lehman Brothers en 2008 o que el efecto pernicioso del Brexit en Reino Unido.
El propio presidente Sánchez advirtió en la Moncloa que “nos aguardan semanas muy difíciles” dado que el desafío es “grave” y reiteró que habrá que tomar medidas extremas que no gustarán a nadie; en conferencia de prensa, en streaming desde la Moncloa, dijo a los periodistas que habrá mil 400 millones de dólares extras para Sanidad y se adelantarán 3 mil 500 millones de dólares a las autonomías y se dotará de 17 mil millones de dólares de liquidez al sistema productivo.
El tiempo apremia: en cifras de escalofríos, el mandatario Sánchez, aventuró que esta semana el país ibérico estaría llegando al pico de los 10 mil infectados. En Madrid están solicitando hoteles para ser utilizados como nosocomios improvisados para internar a los enfermos menos graves y el Ministerio de Sanidad ya dijo que usarán también la infraestructura de los hospitales privados.
Pablo Iglesias, vicepresidente segundo de España, permanece en cuarentena luego de que su pareja, Irene Montero, actual ministra de Igualdad diera positivo por coronavirus; suman cada día más y más los nombres de políticos y personajes contaminados revelando así la profunda extensión de este enemigo nocivo.