Miss simpatía
Una amiga me contó que la primera vez que fue a votar, iba caminando hacia la casilla con su hermana y ninguna sabía por quién iba a votar, platicando en el camino decidieron que votarían “por el del sombrero”, que porque, “se veía buena onda”.
Hoy en día ambas son personas que investigan, analizan y razonan su voto, pero cuántas personas siguen votando por el más simpático, el más conocido, votando por el partido sin investigar quién es el candidato, como en 2018 que un candidato ganó la alcaldía desde la cárcel sólo porque su partido traía ola nacional.
Los partidos por años hemos visto que terminan eligiendo a muchos de sus candidatos sólo porque su nombre es conocido, y la política no debe de ser un concurso de miss simpatía, por supuesto que deben de ser personas que tengan empatía con lo que sucede en nuestro país, con disposición y voluntad de atender a las personas, pero lo principal es que deben de ser personas capaces, con conocimiento y valores suficientes para ejercer el cargo.
Aquella frase de “no hay publicidad mala" existe porque la realidad en la que estamos es que no importa si media población te conoce por algún acto de corrupción o de violencia, mientras te des a conocer será lo que importa, y eso es responsabilidad de las personas. Termina siendo nuestra culpa porque en vez de analizar curriculums, evaluar y cuestionar capacidades, andamos viendo quién nos cae mejor, o quién es más conocido por sus escándalos sin importar de qué fue el escándalo. La política no debe ser un concurso de popularidad, sino de aptitudes.
Y tanto saben los políticos lo que importa la popularidad, que un ejemplo claro está con muchos de tanto los actuales servidores públicos como de los que quieren próximamente ser candidatos que nada más andan viendo cómo colgarse de la popularidad del actual presidente, utilizando sus mismas frases, no desaprovechando ninguna oportunidad para sacar una foto con él o imitar sus acciones. Qué triste debe de ser sentirte tan chiquito, inseguro y sin nada de capacidad que siempre tengas que estar buscando estar a la sombra de alguien más.
Hoy en día ya sabemos más o menos quiénes serán los candidatos a la presidencia de la República, y estamos empezando a notar otro fenómeno en el que caemos muy fácil, que es el del héroe que viene a salvarnos. No idealicemos ni nos fanaticemos, ningún político ni ningún partido es la solución a nuestros problemas, la solución es informarnos, interesarnos por lo que sucede, trabajar en equipo y jamás bajar la guardia, porque la política, es de nosotras, las personas, no de los partidos.




