Nueva carrera armamentista
Para Javier Jiménez Olmos, doctor en paz y en seguridad internacional,
la máxima inquietud de la Casa Blanca no es solo Rusia sino primordialmente
China, y el Tratado INF recientemente roto no incluye a la nación asiática que
precisamente lleva años acumulando misiles de corto y mediano alcance.
Ni Rusia ni Estados Unidos poseen el arsenal de misiles que tiene
China, un informe pormenorizado entregado en 2017 al Senado por Harry
Harris, jefe del Comando Pacífico de las Fuerzas Armadas, desglosó un
arsenal de dos mil misiles balísticos y de crucero.
Así es que Trump buscó un pretexto y Rusia lo puso en bandeja con la
presentación del misil 9?729 Iskander-M, sin un acuerdo entre las partes,
Estados Unidos es libre de desplegar misiles en Asia, en Europa… en donde
quiera; es libre de acorralar a la liebre roja (a China) para que acceda
(especulan los expertos) a un hipotético nuevo acuerdo nuclear de no
proliferación de misiles nucleares de corto y mediano rango.
“La repercusión para la seguridad en el mundo no es nada deseable con
la finalización de este tratado, la paz indudablemente se verá afectada con la
cancelación de parte de Estados Unidos y Rusia, además China que nunca
suscribió este tratado también incrementará su ya de por sí tremenda carrera
armamentista; Europa será una de las principales afectadas porque con la
eliminación del acuerdo las ciudades europeas podrían estar al alcance de los
misiles rusos”, advierte Jiménez Olmos.
Los efectos para la Unión Americana son pocos, acota el destacado
asesor geoestratégico, dado que posee misiles en su marina y en su aviación
por lo tanto seguirá como hasta ahora.
Le pregunté a Jiménez Olmos por qué cree que Trump decidió sacar a
la nación americana del INF, en su opinión, refiere que es una costumbre hostil
que se ha recrudecido con la llegada del pelirrubio a la Casa Blanca.
“Hay que tener en cuenta que históricamente Estados Unidos siempre
ha sido muy hostil con este tipo de pactos y últimamente con la Presidencia del
señor Trump estamos viendo cómo se van retirando no solo del INF, lo hizo
antes con el Tratado Nuclear con Irán, y sin una base sólida puesto que la
Organización Internacional de la Energía Atómica confirmó que Irán estaba
cumpliendo con las condiciones”.
¿Por qué la OTAN culpa a Rusia? El reconocido asesor español me
explicó lo siguiente: “En el juego de la política internacional siempre hay que
encontrar culpables en este caso la OTAN obedece los intereses de la potencia
hegemónica de esta organización que no es otra que Estados Unidos; este
país controla, organiza y planifica a la OTAN no es algo nuevo. Por tanto, la
OTAN es juez y parte; independientemente de que Rusia sea o no culpable, la
Alianza siempre tomará partido por lo que diga Estados Unidos”.
A COLACIÓN
En el horizonte se abre una nueva carrera nuclear armamentista sin
ningún disimulo y que Jiménez Olmos considera que será factible dada las
nuevas condiciones en la geopolítica.
“Sí, por desgracia, se ha retrocedido en las relaciones internacionales
basadas en el desarme y en la cooperación, sobre todo para la resolución
pacífica de conflictos; la carrera de armamentos sucede en Estados Unidos,
Rusia, China, además de otras potencias como Japón, India, Corea del Norte,
Turquía y los países del Golfo, con Arabia Saudita a la cabeza”.
“La carrera nuclear vuelve desafortunadamente a la escena con la
eliminación de este Tratado y un peligro mayor recordemos que el Tratado
Start III para la reducción de cabezas nucleares finalizará en 2021, se pone en
entredicho si volverá a reeditarse… todo apunta a que habrá un incremento del
armamento nuclear en el mundo”, afirma Jiménez Olmos.
Es un momento históricamente delicado: el mandatario estadounidense
prácticamente ha abierto un frente de guerra contra China, no es Rusia su
prioridad esencial.
China es la que le disputa el control económico del mundo; el gigante
asiático está mostrando un poderoso músculo inversor a nivel global con su
Ruta de la Seda y desde Beijing, cada año, salen reforzados los presupuestos
en defensa militar.
Es China primero y China después en la mira de la Casa Blanca
buscando debilitarla con un cúmulo de aranceles como balas de metralla de
una guerra comercial que ningún organismo internacional anticipaba.
Una guerra llena de pequeñas batallas en las que Trump escala en la
imposición de aranceles a los productos importados desde China, y Beijing
aguarda paciente para responderle con la sapiencia de saber que si su
economía pierde, la global cederá más y la norteamericana terminará
igualmente afectada.
Directora de Conexión Hispanoamérica, economista experta en periodismo
económico y escritora de temas internacionales