Pandemia e histeria
La Organización Mundial de la Salud (OMS) finalmente ha declarado la pandemia por coronavirus ante la inminente emergencia sanitaria global derivada de su acelerada expansión, por más de un centenar de países y un creciente número de personas infectadas que sobrepasan los 130 mil contagios y cerca de 5 mil fallecidos.
Desde Ginebra, Suiza, sede la OMS, su titular Tedros Adhanom compareció ante los medios de comunicación para explicar la decisión de elevar la alerta global de “epidemia a pandemia” tras detectarse que fuera de China, el Covid-19 se ha multiplicado por 13 en las últimas dos semanas.
“Estamos preocupados tanto por los alarmantes niveles de propagación y gravedad del virus, como por los alarmantes niveles de inacción; por tanto podemos asegurar que el Covid-19 se puede catalogar como pandemia”, afirmó el máximo responsable de la OMS.
En palabras de Adhanom, pandemia no es una palabra para usar a la ligera, porque mal utilizada “puede causar un miedo irracional” o la injustificable aceptación de que la lucha “se ha terminado”.
Desde que el nuevo patógeno de la neumonía salió de las fronteras de China a finales del mes de enero pasado, tras aparecer los primeros casos en Alemania, Japón, Taiwán, Vietnam y Corea del Sur para luego diseminarse rápidamente en los cinco continentes, se ha creado un ambiente de “tormenta perfecta” para una geoeconomía que ya venía arrastrando serias rispideces.
Al temor ciudadano por no contraer el nuevo virus de la neumonía conocido como coronavirus-2 del síndrome respiratorio agudo grave (SARS-CoV-2) causante de la patología denominada Covid-19 se añade el cisma en los hospitales públicos desbordados por el cúmulo de infectados en varios países que, ante una circunstancia extraordinaria, empiezan a presionar los presupuestos anuales.
Esta situación inédita se añade a la larga cadena de acontecimientos que, en los tiempos recientes, han marcado el devenir de las relaciones internacionales en el renglón económico, político y estratégico.
Los mercados bursátiles carburan hiperreactivos ante el avance del virus en la medida que asciende el número de transmisiones y de fallecidos y con el temor a cuestas de que las variables, duración e intensidad, terminen conjugadas como un binomio fatal.
Fundamentalmente la OMS tiene identificados cuatro focos emisores del coronavirus fuera de China que son los siguientes países con sus cifras preliminares porque están en constante reactualización conforme avanzan los casos y las defunciones: 1) Italia con 12 mil 462 contagiados y 984 fallecidos; 2) Irán con 9 mil casos y 291 muertos; 3) Corea del Sur, con 7 mil 800 infectados y 60 fallecidos; y 4) España, con 2 mil 968 infectados y 84 defunciones.
En Europa el país que angustia es Italia que permanece en cuarentena conservando abiertos únicamente los supermercados, las farmacias, los bancos y se permite la movilidad de los transportes de mercancías. Fundamentalmente el gobierno ha ordenado que los ciudadanos respeten la cuarentena con la finalidad de cortar la propagación del coronavirus.
Los hospitales públicos italianos, desbordados a tutiplén, atienden como pueden a los miles de enfermos, muchos llegan con sus propias camas portátiles mientras proliferan las denuncias en las redes sociales de personas iracundas cuyos familiares han muerto solos en sus casas padeciendo el coronavirus sin recibir una sola atención médica o bien en la habitación de un nosocomio pero abandonados por galenos que, ante la falta, de protección adecuada se niegan al deber de socorro.
En el ranking de 2019, de los diez países más visitados del mundo, según la Organización Mundial del Turismo (OMT), Italia ocupó el año pasado el quinto sitio con 62 millones de turistas internacionales; las pérdidas económicas para la nación de la bota son ingentes tras cancelarse el mítico carnaval de Venecia y echar el cierre en museos y ordenar la suspensión de actos, eventos, festivales y todo tipo de congregaciones masivas.
La bolsa italiana ha sido especialmente castigada en las últimas jornadas, el pasado lunes 9 de marzo, el índice FTSE MIB se desplomó un 11.17%; secundaron las caídas prácticamente todo el parqué bursátil europeo: Bolsas y Mercados Españoles (BME) perdió 7.96%; la bolsa francesa cayó 8.39%, mientras en la británica el FTSE 100 cedió el 7.69% y el Dax en Alemania retrocedió un 7.94 por ciento.
La especulación continuó cebándose con la actividad bursátil, el día después de la declaración de pandemia, el jueves 12 de marzo las bolsas europeas vivieron sacudidas de escándalo: BME sufrió un batacazo del 14.06%; la bolsa francesa perdió 12.28%; la británica un 10.87%; y el Dax en Alemania cedió un 12.24% mientras que el FTSE MIB en Italia padeció un retroceso del 16.92 por ciento; en tanto el euro llegó a cambiarse por 25 pesos en el país azteca.
Para la OMS es urgente y necesario establecer un cortafuegos lo más acelerada y concertadamente posible para romper la cadena de transmisión del coronavirus