Sociedad y derecho

El origen de la celebración del año nuevo

La tradición de la celebración de año nuevo tiene como uno de sus orígenes mas trascendentales para la cultura occidental, en Roma en el año 46 antes de Cristo, se trataba del homenaje a Janus, Dios pagano de las puertas y del comienzo, el año nuevo tenía que ser recibido en la alegría y la abundancia durante 10 días Nuestro mes de Enero heredó su nombre de Janus, quien, por su dualidad, representa un tiempo de transición entre el año pasado y el que empieza.

En la actualidad el Año Nuevo está relacionado con el nacimiento de Jesucristo y con la institución del calendario gregoriano que data de 1582 fecha en la cual el Papa Gregorio XIII creó el calendario utilizado en todo el mundo.

Dionisio el Exiguo, un monje erudito que vivió alrededor del año 460 d. C, defendió y propulsó la idea de contar los años a partir del nacimiento de Jesús. El monje quería honrar la obra de Jesucristo y dejar de contar los años a partir del reinado del emperador romano Diocleciano, quien fue un acérrimo perseguidor y verdugo de los cristianos.

Con el nuevo calendario, el año dejó de iniciar el 1 de marzo para establecerse el 1 de enero como la fecha en la que las instituciones eclesiásticas comenzarían a contar el nuevo período.

En el territorio que actualmente conforma nuestro país, previo a la llegada de los españoles, los mexicas se regían por el calendario solar azteca el cual contemplaba un clico que duraba 52 años y que se dividía en cuatro tecenas de años, cada uno diferenciado de los otros mediante la asignación cíclica de uno de los jeroglíficos llamadas “cargadores del tiempo”: Técpatl o pedernal, Calle o casa, Tochtli o conejo y Ácatl o carrizo, y uno de los dígitos del 1 al 13 representados con puntos. a su vez, cada año se dividía en 18 veintenas o meses, más 5 días llamados nemotemi.

Cada que se cerraba un ciclo de 52 años, se consideraba la conclusión de un siglo para ellos, para los aztecas el año nuevo se celebraba el 12 de marzo.

La cena del 31 de diciembre o noche vieja, representa una oportunidad para reunirnos con familiares y amigos y celebrar el inicio de una nueva etapa, pero también de hacer un reflexión personal respecto de las metas y logros alcanzados en el año que esta por concluir, así como de nuestros errores y fallas, los cuales debemos entender que forman parte de nuestro proceso natural de aprendizaje y vida y definir aquello que queremos y anhelamos conseguir en el año que esta por iniciar.

Lo invito a que iniciemos el año con una actitud diferente, realmente de prosperidad y abundancia con el convencimiento de que para poder cambiar las cosas primero tenemos que cambiar y ajustar nuestro modo de pensar, ser y hacer, tarea que no es sencilla pero tampoco tiene porqué ser tan difícil.

En palabra del filosofo griego Aristóteles: “el mayor logro del ser humano es vencer sus pasiones para alcanzar las virtudes”.

Como siempre un placer saludarlo, esperando que estas pocas letras hayan sido de su agrado y sobre todo de utilidad ¡Que pasé una excelente velada y que 2020 sea un año de mucha salud, prosperidad y éxitos! ¡Hasta la próxima!



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