¿Y DÓNDE ESTÁ LA ÉTICA?
En todo asunto relativo a causas o procedimientos penales en curso, los
periodistas y columnistas de los medios de comunicación deben elaborar sus
informaciones y opiniones respetando la presunción de inocencia.
En lo concerniente a la detención del Apóstol Naasón Joaquín, presidente
internacional de la Iglesia La Luz del Mundo, una inmensa cantidad de “textos
periodísticos” han violado y siguen violando el principio antes mencionado. Aun no
hay un juicio, y los medios de comunicación siguen denigrando su persona y
dando por ciertas las acusaciones, generando con ello una serie de ataques
intolerantes en contra de los fieles de esta Asociación Religiosa.
En el caso antes mencionado el derecho a réplica no se concede, y si se concede
se hace de manera precaria o limitada. Por ello insisto en que el derecho de
réplica, una de las pocas alternativas de defensa de la persona o institución
atacada por los medios de comunicación, se diluye o queda finalmente a expensas
de éstos.
En el libro "Manual de autodefensa jurídica para periodistas: Cómo conocer y
ejercer tus derechos", el periodista Patrick Urbano se ocupa en responder la
pregunta ¿qué es la presunción de inocencia y cómo evito vulnerarla? El escritor
responde a la anterior interrogante en los siguientes términos: “Podríamos resumir
la idea de la presunción de inocencia con la máxima ‘todo el mundo es inocente
hasta que se demuestre lo contrario’. Los medios de comunicación no pueden, en
ningún caso, considerar culpable a alguien relacionado con un hecho delictivo sin
que haya una sentencia judicial que así lo haga".
Cuando se produce una vulneración a la presunción de inocencia en el ámbito de
la información, la situación nos dice que estamos ante un informante incompetente
y falto de ética, un periodista que, aunque haga alarde de saber mucho de ética
periodística por haber estudiado sobre la materia en una universidad de prestigio,
lamentablemente no la aplica en el desempeño de su actividad.
Cuando informa sobre un juicio, el periodista debe ceñir su actividad informativa a
la ética periodística, sin afirmar de manera tajante la culpabilidad de una persona
investigada. Es obligación de este saber que sólo podrá hablar de culpabilidad
cuando un tribunal con arreglo a la ley declare la culpabilidad del investigado en
sentencia firme.
La deontología informativa establece que todas las personas que laboran en
medios de comunicación, sean estos periodistas o editores, tienen el deber de
informar con exactitud y observar escrupulosamente el principio de presunción de
inocencia, lo mismo en las informaciones que en las opiniones relativas a
procedimientos penales en curso.
Actualmente la presunción de inocencia es reconocida en la mayoría de los países
de América Latina por las constituciones y legislaciones procesales penales. Esto
deberían de saberlo las personas que se dedican a la delicada labor de informar a
la sociedad, si es que realmente están interesados en hacer una labor informativa
que logre satisfacer las necesidades informativas de las audiencias.
Las personas y grupos que constantemente piden que la irresponsabilidad y falta
de ética de los medios de comunicación sean sancionadas de manera ejemplar,
no se escucha regularmente. Las demandas de éstos siguen siendo una voz que
clama en el desierto, donde muy pocos oyen, por lo que se permite que males
como los excesos mediáticos sigan avanzando y dañando la reputación y buen
nombre de las personas e instituciones.
Nadie está queriendo coartar la libertad de expresión de las y los periodistas, a
quienes le corresponde informar y opinar con entera libertad, pero también con
ética, es decir con la más amplia responsabilidad, sin soslayar el contenido de los
códigos deontológicos de la empresa periodística que representan.
Insisto en lo que he dicho en otros espacios de opinión: lo importante no es que
las empresas mediáticas incorporen a sus códigos de ética valores como la
lealtad, la honestidad, la calidad, el respeto, la responsabilidad, la imparcialidad,
etcétera. Lo verdaderamente importante es respetar y aplicar dichos valores a la
hora de recopilar información y de difundirla.
Twitter: @armayacastro