Está la CESPE a punto suspender abasto de agua
Enfrenta problemas financieros que precisan una ampliación presupuestal del Congreso del Estado.
Por: Bernardo Peñuelas Alarid | EL MEXICANO | 01/21/2019
ENSENADA.- Si en el Congreso del Estado no se hace una reconsideración y análisis de las necesdiades presupuestales que tiene la Comisión Estatal de Servicios Públicos de Ensenada (CESPE), este organismo resentirá los efectos negativos en su operación a partir del mes de febrero, con el riesto de colapsar sus servicios a la comunidad.
Es la adevertencia que lanzó ayer el director general de la paraestatal, Carlos Loyola Peterson, durante su participación en el Foro de Ensenada que preside Jorge Menchaca Sinencio, donde expuso de maneras detallada que hasta hoy enfrenta ya un déficit de aproximadamente 600 millones de pesos.
Entre las deficiencias que prevé Loyola Peterson, destaca el abasto de agua potable, porque empezarán a llegar las facturas de la planta desalinizadora y no habrá recuros para pagar los 250 litros por segundo que aporta para su distribución; es decir, ya hay agua suficiente pero la CESPE no tiene los recursos para pagar por ella.
Aclaró que el organismo operador del agua opera con los ingresos que obtiene de los usuarios quienes no son muy puntuales en sus pagos, pues se estima que de cada diez solo seis pagan puntualmente por el servicio de agua potable; el resto, o no paga o se retrasa.
Reiteró que el endeudamiento actual en la paraestatal es de 600 millones de pesos, tanto al Issstecali como a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), el Flujo Inverso y a algunos proveedores.
Agregó que mientras que para este años 2019 se requiere un presupuesto de 837 millones de pesos, que aunque parezca elevado es una cantidad que se ajusta a las necesidades de operación, austero pero responsable, no fue autorizado por los diputados en el Congreso del Estado, donde sólo le autorizaron 560 millones de pesos, cantidad que resulta insuficiente para hacer frente a los retos de la paraestatal.
Señaló que el déficit, en todo caso, es por 165 millones de pesos en operaciones, aspecto que condenará a la población al desabasto, al haber ya una nula capacidad para hacer reparaciones que dia a dia ocurren, por las deficiencias en las líneas de conducción e infraestructura que data de 40 y hasta años y que evidentemente ya cumplió su vida útil.
Es la adevertencia que lanzó ayer el director general de la paraestatal, Carlos Loyola Peterson, durante su participación en el Foro de Ensenada que preside Jorge Menchaca Sinencio, donde expuso de maneras detallada que hasta hoy enfrenta ya un déficit de aproximadamente 600 millones de pesos.
Entre las deficiencias que prevé Loyola Peterson, destaca el abasto de agua potable, porque empezarán a llegar las facturas de la planta desalinizadora y no habrá recuros para pagar los 250 litros por segundo que aporta para su distribución; es decir, ya hay agua suficiente pero la CESPE no tiene los recursos para pagar por ella.
Aclaró que el organismo operador del agua opera con los ingresos que obtiene de los usuarios quienes no son muy puntuales en sus pagos, pues se estima que de cada diez solo seis pagan puntualmente por el servicio de agua potable; el resto, o no paga o se retrasa.
Reiteró que el endeudamiento actual en la paraestatal es de 600 millones de pesos, tanto al Issstecali como a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), el Flujo Inverso y a algunos proveedores.
Agregó que mientras que para este años 2019 se requiere un presupuesto de 837 millones de pesos, que aunque parezca elevado es una cantidad que se ajusta a las necesidades de operación, austero pero responsable, no fue autorizado por los diputados en el Congreso del Estado, donde sólo le autorizaron 560 millones de pesos, cantidad que resulta insuficiente para hacer frente a los retos de la paraestatal.
Señaló que el déficit, en todo caso, es por 165 millones de pesos en operaciones, aspecto que condenará a la población al desabasto, al haber ya una nula capacidad para hacer reparaciones que dia a dia ocurren, por las deficiencias en las líneas de conducción e infraestructura que data de 40 y hasta años y que evidentemente ya cumplió su vida útil.
