Está la CESPE al borde de la quiebra y "con el agua al cuello"
Con un déficit financiero de 265 mdp
Por: Bernardo Peñuelas Alarid | EL MEXICANO | 03/09/2019
ENSENADA.- Con un déficit de de 265 millones de pesos, la Comisión Estatal de Servicios Públicos de Ensenada (CESPE) ha entrado en una etapa de riesgo de no poder cumplir con los servicios que debe brindar a la población y está virtualmente "con el agua al cuello".
Su director general, Carlos Loyola Peterson, advierte que esta situación ya se ha planteado en diferentes foros, así como al Ejecutivo Estatal y a los diputados de la XXII Legislatura, con la esperanza de que apliquen un criterio que permita "oxigenar las finanzas" del organismo operador del agua.
En los hechos, la CESPE requiere de aproximadamente 837 millones de pesos al año para poder operar de manera desahogada, pero solo dispone de unos 572, lo que implica que no se brinden al cien por ciento los servicios que debe brindar a los usuarios.
Cuando se refiere a servicios, Loyola Peterson desglosa que no se trata solamente de llevar agua a los hogares ensenadenses, sino el proceso que se debe dar a las aguas residuales en las plantas de tratamiento con que se cuenta en la ciudad.
A esos servicios se suman el mantenimiento, limpieza y reparación de los sistemas de drenaje y alcantarillado, que presentan notorias deficiencias derivadas de la antigüedad en su infraestructura, que en muchos los casos ya cumplió su vida útil, pues en algunos casos data de 40 y hasta 50 años desde su instalación.
Esas deficiencias, en las que se incluyen varias líneas de conducción de aguas blancas, ocasionan frecuentes fugas por rotura de tuberías, así como derrames de aguas negras en las calles, producto de la saturación de aguas residuales, que implican gastos extraordinarios que la CESPE a veces no puede cubrir y se ve en la necesidad de pedir fiado a sus proveedores, algunos de los cuales ya no quieren fiar, porque no ha habido recursos, no solo para pagarles, sino para abonarle a adeudos que con ellos se tienen, expresó Loyola Peterson.
El riesgo, además, es latente en cuanto reducir la capacidad en la planta de tratamiento de "El Naranjo", de donde se envía el agua tratada a campos de cultivo del Valle de Maneadero que, si se reduce o se suspende, generará otro problema adicional con los productores agrícolas de esa zona.
Esas y muchas otras razones motivan a que se haga el llamado a los diputados del Congreso del Estado, a que reconsideren la crítica situación por la que atraviesa la CESPE y retomen en analisis de la propuesta de ley de ingresos y presupuesto de egresos que se les planteó al finales del año pasado y que no fue aprobada, puntualizó el director de la CESPE.
Su director general, Carlos Loyola Peterson, advierte que esta situación ya se ha planteado en diferentes foros, así como al Ejecutivo Estatal y a los diputados de la XXII Legislatura, con la esperanza de que apliquen un criterio que permita "oxigenar las finanzas" del organismo operador del agua.
En los hechos, la CESPE requiere de aproximadamente 837 millones de pesos al año para poder operar de manera desahogada, pero solo dispone de unos 572, lo que implica que no se brinden al cien por ciento los servicios que debe brindar a los usuarios.
Cuando se refiere a servicios, Loyola Peterson desglosa que no se trata solamente de llevar agua a los hogares ensenadenses, sino el proceso que se debe dar a las aguas residuales en las plantas de tratamiento con que se cuenta en la ciudad.
A esos servicios se suman el mantenimiento, limpieza y reparación de los sistemas de drenaje y alcantarillado, que presentan notorias deficiencias derivadas de la antigüedad en su infraestructura, que en muchos los casos ya cumplió su vida útil, pues en algunos casos data de 40 y hasta 50 años desde su instalación.
Esas deficiencias, en las que se incluyen varias líneas de conducción de aguas blancas, ocasionan frecuentes fugas por rotura de tuberías, así como derrames de aguas negras en las calles, producto de la saturación de aguas residuales, que implican gastos extraordinarios que la CESPE a veces no puede cubrir y se ve en la necesidad de pedir fiado a sus proveedores, algunos de los cuales ya no quieren fiar, porque no ha habido recursos, no solo para pagarles, sino para abonarle a adeudos que con ellos se tienen, expresó Loyola Peterson.
El riesgo, además, es latente en cuanto reducir la capacidad en la planta de tratamiento de "El Naranjo", de donde se envía el agua tratada a campos de cultivo del Valle de Maneadero que, si se reduce o se suspende, generará otro problema adicional con los productores agrícolas de esa zona.
Esas y muchas otras razones motivan a que se haga el llamado a los diputados del Congreso del Estado, a que reconsideren la crítica situación por la que atraviesa la CESPE y retomen en analisis de la propuesta de ley de ingresos y presupuesto de egresos que se les planteó al finales del año pasado y que no fue aprobada, puntualizó el director de la CESPE.