Hernias lumbares amenazan movilidad de madre tijuanense; sus dos hijos con autismo dependen de ella

A sus 36 años, Ana Balderrama debe hacer frente a una afección que amenaza su independencia, su salud y la vida cotidiana de su familia. Ella vive en Tijuana, Baja California, y como madre de dos niños menores de cinco años, ambos diagnosticados con autismo, su misión es mantener su movilidad y autonomía para poder cuidarlos. 

¿Qué le sucedió? Su caso es muy particular, pues en febrero de 2024, Ana comenzó a sentir un dolor intenso en la espalda baja que se extendía a piernas, glúteos y zona íntima. La sensación era como "latigazos" o una quemadura interna que le impedía caminar y la dejaba con insensibilidad en la mitad de su cuerpo. 

Al acudir a urgencias del IMSS, le dijeron que no había camas ni resonador disponible. Aunque reportó pérdida de sensibilidad, no fue ingresada. Días después, tras realizarse una resonancia por su cuenta, el dolor se intensificó y volvió al hospital. Esta vez sí fue internada de emergencia. Los estudios revelaron una hernia con protrusión discal en L5-S1, la cual presionaba el saco dural, una estructura que protege la médula espinal.

Fue sometida a una cirugía conocida como laminectomía, pero el daño ya estaba avanzado: fue diagnosticada con síndrome de cauda equina, una afección grave que puede causar parálisis si no se trata a tiempo. Además, otra hernia cervical afecta su irrigación nerviosa, por lo que solo otra operación podría garantizarle mejoría. 

Desde entonces, Ana vive con insensibilidad en piernas, glúteos y zona íntima, además de vejiga neurogénica, una disfunción que le impide controlar la micción, por lo que la posibilidad de desarrollar insuficiencia renal también es un riesgo latente.

"No tengo sensación alguna, perdí la habilidad de sentir dolor o placer y la operación es volado, puede servir y mis nervios se regeneran o no, pero yo no pierdo la esperanza", dice la joven madre a través de GoFundMe, donde reúne fondos para costear los procedimientos que requiere. 

Además, necesita pagar estudios complementarios y el tratamiento postoperatorio. Las aportaciones pueden ser desde los 20 pesos, un monto que puede marcar la diferencia para ella y para los dos pequeños que dependen completamente de su cuidado.

Si no puedes donar, compartir su historia es otra forma de ayudarle y si vives en Tijuana, puedes apoyarla también participando en las vendimias de comida que anuncia en sus redes sociales. Conoce a detalles su historia aquí: https://gofund.me/0d2f39e1