Memorias de una reina: Elisa Bernal
Nos platica cómo fue que pasó de apoyar con las coreografías de las reinas, a dar el paso por sorpresa para ser una reina

Elegida en el 2002, la reina del Baile de las Cigüeñas, Elisa Bernal, había tenido experiencia dentro del club, luego de que fuera anteriormente nombrada como Marquesa, sin embargo la mayoría de su experiencia fue como voluntaria con sus colegas a las cuales les ayudaba en las coreografías, a pesar de estar involucrada en estas preparaciones, no tuvo la idea de participar como reina dentro del baile.
Su participación para poder competir por la corona de aquel año fue gracias a que las amigas a quienes ayudaba a prepararse la sorprendieron con que tuviera que competir
“Yo nunca tuve intención de participar entonces, de alguna manera mis amigas cuando la cigüeñitas quisieron invitarme, mis amigas les dijeron que no me dijeran nada porque usualmente te preguntaban”, expresó la reina del baile recordando el momento.
“Si me nombraban pues yo no quería decir que no, entonces eso es exactamente lo que pasó fue un baile en el que me tocó competir con varias muchachas que tenían también mucha experiencia en el baile, todas preciosas, bailaban muy bonito y fue una ocasión en que el show fue muy bueno porque todo mundo, toda la carne al asador es lo especial que yo siento que hubo en mi”, agregó expresando la emoción de aquel momento durante su participación.
La temática que utilizó la primera vez, era en relación a las fiestas de la vendimia, en donde utilizó eventos mitológicos para que su número cobrar más vida, sumado a que su experiencia le pudo dar un toque único haciendo lucir la coreografía de manera espectacular, sin embargo a su parecer sintió que los demás números lucieron mejor que el de ella, pues le tocó en aquel entonces contender en el baile por la corona con otras aspirantes como Olivia Arámbula y Graciela Varela.
Luego de ser nombrada como reina, coincidió con la muerte de la cantante cubana Celia Cruz, la cual fue a palabras de ella una inspiración para la música en temas de carnaval y alegría, por ello Bernal quiso hacerle un homenaje en su número del año siguiente, en donde bailó para dar la corona a la reina del 2003.
Agregó que en sus coreografías requirió de la colaboración de 30 personas personas en el año que fue coronada y en la segunda el número se redujo a 10 pero a pesar de dicha reducción fue un número que recuerda con pasión.