Abeto de 23 metros llega al Rockefeller Center para la navidad 2025
Nueva York — Esta mañana, el emblemático árbol navideño anual del Rockefeller Center arribó al corazón de Manhattan, dando inicio a las celebraciones de fin de año. Este año, la estrella del Plaza quedó pronta para instalarse: se trata de un majestuoso abeto noruego de 75 pies de altura (aproximadamente 23 m), con un peso de cerca de 11 toneladas, donado por la familia Russ desde East Greenbush, Nueva York.
El árbol fue cortado el pasado 6 de noviembre y transportado unos 150 millas (aproximadamente 240 km) hacia la Gran Manzana a lo largo de la interestatal, donde miles de neoyorquinos y visitantes lo vieron pasar en su trayecto. Al llegar al número 30 del Rockefeller Plaza, los trabajadores lo izaron con grúas y lo aseguraron en su base frente a la pista de hielo del centro comercial, rodeado por una atmósfera festiva.
La instalación contempla una decoración con más de 50 000 luces LED multicolores de alta eficiencia energética y estará coronada por la icónica estrella de cristal de Swarovski de 900 libras (aproximadamente 408 kg), diseñada por el arquitecto Daniel Libeskind. La ceremonia oficial de encendido se realizará el miércoles 3 de diciembre, durante la transmisión en vivo del programa Christmas in Rockefeller Center, y esta edición estará conducida por la estrella de música country Reba McEntire.
La familia Russ, dueña del árbol desde que fue plantado por los bisabuelos del donante en los años 20, expresó su emoción por ver cómo su abeto se convertirá en "el árbol de Navidad del mundo". Para ellos, es más que un símbolo festivo: es un tributo al legado y los lazos familiares.
El árbol permanecerá exhibido hasta mediados de enero de 2026, tras lo cual será desmontado y convertido en madera para la organización Habitat for Humanity, dando así un significado adicional a su servicio a la comunidad.
El montaje implica la coordinación de grúas, camiones especiales, equipos de decoración y cierre de calles en el Midtown, y se ha convertido ya en una tradicional atracción que reúne a locales y turistas por igual, marcando el inicio oficial de la temporada navideña en Nueva York.
