México y EE.UU. llegan a acuerdo binacional para frenar aguas residuales de Tijuana
Ambos países invertirán y acelerarán infraestructura de saneamiento

Tijuana, B.C. - Un nuevo memorando de entendimiento fue firmado el 24 de julio de 2025 por EE.UU. y México con el propósito de frenar el flujo de aguas residuales de Tijuana que contaminan el Río Tijuana y las playas de California.
México se comprometió a inyectar 93 millones de dólares en obras de infraestructura sanitaria, incluyendo proyectos prioritarios que se adelantarán hasta cuatro años antes de lo previsto, con metas programadas hasta 2027.
Por su parte, Estados Unidos liberará fondos para completar en agosto la expansión de una planta de tratamiento del lado estadounidense, cuya capacidad pasará de 25 a 35 millones de galones por día.
El convenio también contempla la duplicación de la capacidad de la planta de San Antonio de los Buenos, que anteriormente vertía hasta 23 millones de galones diarios de aguas residuales sin tratar al océano Pacífico.
Altas autoridades destacaron que este esfuerzo conjunto responde a una crisis sanitaria y ambiental de décadas, afectando tanto a comunidades fronterizas como a usuarios de playas turísticas en San Diego. El acuerdo pretende reducir hasta 50 millones de galones diarios provenientes del río Tijuana, mejorar la calidad del agua y proteger la salud pública.
La secretaria de Medio Ambiente de México, Alicia Bárcena, señaló que el convenio refuerza proyectos suscritos bajo Actas de la Comisión Internacional de Límites y Aguas, pero ahora con ejecución acelerada y cooperación técnica más estrecha.
El acuerdo ha sido descrito como un "avance histórico", pues aunque ya existían inversiones internacionales por más de 600 millones de dólares desde 2020, persistieron demoras en México. Ahora ambas naciones consolidan un esquema de responsabilidad compartida y monitoreo binacional en tiempo real.
Las obras incluyen la rehabilitación de colectores y plantas de bombeo en Tijuana (Insurgentes, Matadero, Los Laureles, entre otros), así como proyectos binacionales de ampliación y monitoreo ambiental que podrían incluir emisores submarinos.



