7 señales que te indican que es tiempo de recurrir a un coach profesional
El coaching como proceso de aprendizaje es un recurso esencial que permite a los ejecutivos desplegar su potencial
La evolución de la gestión humana en las empresas en un entorno mundial cambiante exige a los líderes el desarrollo de un nuevo conjunto de habilidades fundamentales para gestionar el carácter disruptivo del cambio actual.
Según el estudio, publicado en el American Journal of Sociology en coincidencia con los datos aportados por McKinsey, muestran cómo las empresas que están a la cabeza de esta nueva ola industrial, como Netflix y Microsoft, apuestan por un enfoque organizacional de gestión que busca generar sistemas más adaptables con redes colaborativas que liberen la energía colectiva de cada uno de los involucaros.
Lo que hasta ahora eran consideradas fortalezas y competencias esenciales en un líder para ascender tales como enfocarse en las ganancias, exigir resultados, ejercer autoridad y control, y ser ferozmente competitivo, hoy pueden resultar un obstáculo para crear valor. Hoy, los líderes deben ser capaces de reinventarse, comprometiéndose con su propia transformación. Ésto implica desarrollar una mentalidad de crecimiento, así como capacidades, destrezas y comportamientos mucho más expansivos.
El coaching como proceso de aprendizaje es un recurso esencial que permite a los ejecutivos desplegar su potencial y lograr una mejor adaptación al cambio, comenzando por facilitar la expansión del conocimiento que tiene el líder de sí mismo en su contexto. En otras palabras, el coaching ayuda a superar barreras mentales, emocionales y de comportamiento que limitan el crecimiento de los liderazgos e interfieren en el desarrollo de una cultura corporativa que avance hacia nuevos niveles de valor para clientes, empleados, inversionistas y otras partes interesadas,
En este sentido, comparto 7 alertas que deben detectar los líderes como indicadores de que es tiempo de solicitar el apoyo de un coach profesional:
1) Si mantienes una mentalidad de escasez, basando las ventajas en el poder y la jerarquía, sintiéndote dueño del conocimiento, de las relaciones y los clientes, Cuidado! Debes comunicar, compartir información e involucrar a todos los interesados.
2) Si tu estilo de trabajo está más orientado hacia el desarrollo de tareas y procesos de forma individual, porque ves el trabajo en equipo como una amenaza en lugar de generar una oportunidad para el aprendizaje. Hoy, la integración de experiencias que permiten liberar el poder del trabajo colaborativo.
3) Si evitas compartir tus emociones o mostrarte vulnerable. En lugar de reconocerlas y abrir espacios para manejarlas con el equipo como base para la reflexión, la retroalimentación, para fomentar la confianza y cuidar la seguridad psicológica del equipo.
4) Si tienes miedo de mostrarte como un ser humano y diferenciarte; ésto te impide mostrar todo tu potencial, conectar con tu pasión y creatividad.
5) Si te cuesta alinear a tu equipo y estimular el compromiso, donde se requiere articular y crear las condiciones de confianza y seguridad psicológica para permitir el encuentro.
6) Si tienes dificultades para gestionar el riesgo y tomar decisiones con agilidad, lo que te lleva a replegarte ante las tensiones interfiriendo con tu capacidad de respuesta para atender las necesidades de tus clientes y de otros interesados.
7) Si tienes miedo de equivocarte, por lo que tiendes a sobrepensar o analizar generando retraso o cuello de botella. En lugar procurar crear experimentos que te permitan un aprendizaje rápido.
A medida que los líderes se vuelven más conscientes de sí mismos, desarrollan una mentalidad de crecimiento, eliminando creencias y patrones limitantes, desafiando sus juicios, incorporando nuevos modelos y prácticas de gestión, las empresas entonces son capaces de evolucionar asumiendo modelos operativos y de negocios que las hacen más prósperas.