"El Negro", el "Hachiko de Culiacán", conmueve tras la muerte de su dueño
Perrito esperó inmóvil por días frente al local donde sucedió el ataque que le quitó la vida a su dueño

Culiacán, Sinaloa. - Un perro negro, conocido entre vecinos como "El Negro" y apodado ahora el "Hachiko de Culiacán", esperó durante varios días frente a un negocio clausurado en el primer cuadro de la ciudad, sin saber que su dueño había sido asesinado a balazos dentro del local, en un presunto minicasino.
El ataque ocurrió el viernes 18 de julio en la calle María Morelos entre Colón y Escobedo y dejó al menos dos personas muertas y dos gravemente heridas, incluidas una mujer y un hombre disfrazado de payaso. El negocio fue clausurado como escena del crimen, pero esa no fue la única víctima del episodio.
Desde ese momento, el perrito permaneció echado en la banqueta, inmóvil, con la mirada fija en la cortina metálica del establecimiento. No comía ni reaccionaba a los intentos de ayuda de vecinos y automovilistas, que a pesar de ofrecerle agua y comida, no lograron que se levantara ni se apartara del lugar.
La historia, difundida en redes sociales, movilizó a cientos de personas que brindaron apoyo e iniciaron un recorrido para determinar el origen del animal y su condición. Finalmente, el lunes 21 de julio, una organización de protección animal intervino para rescatarlo de forma anónima y con precaución.
Testigos indicaron que el procedimiento fue realizado con cuidado: al animal se le colocó un bozal y se le trasladó en una canastilla metálica hasta una veterinaria, debido a su estado visible de desgaste físico y diversas enfermedades detectadas inicialmente.
La intervención fue confirmada por Óscar Sánchez Beltrán, secretario de la Unión de Locatarios del Centro de Culiacán. Hasta ahora, se desconoce a qué organización animalista corresponde la acción.
La comunidad continúa conmovida por la historia del "Hachiko sinaloense", símbolo de lealtad y duelo silencioso en medio de la violencia. Las redes proponen colectas para su atención médica y eventos para encontrarle un hogar definitivo. El estado actual del perrito sigue bajo observación, mientras su presencia junto al lugar del crimen permanece en la memoria colectiva como un testimonio del vínculo inquebrantable entre un perro y su dueño.



