Michoacán, sin salida a la vista
Ante la situación cada vez más grave que padece Michoacán, presentamos algunos datos que ayudan a entender, no sólo la situación que vive la entidad
Ciudad de México, 04 de diciembre de 2025.- Ante la situación cada vez más grave que padece Michoacán, presentamos algunos datos que ayudan a entender, no sólo la situación que vive la entidad, sino también por qué, si no se ataja la actual inercia, son prácticamente nulas las posibilidades de mejoría.
1) Subdesarrollo institucional y sin dinero. De acuerdo con el Informe de transparencia sobre el desarrollo de las instituciones de seguridad pública, penitenciarias y de procuración de justicia 2025, coordinado por Causa en Común, dichas instituciones en la entidad están lejos de contar con las capacidades mínimas para cumplir con sus funciones.
En una escala de 0, mejor calificación, a -100, peor calificación, la Policía Estatal obtuvo, de acuerdo a sus propias respuestas, una calificación de -46. Entre otros aspectos, no cuenta con un sistema profesional de carrera, carece de diagnósticos de capacitación, y de mecanismos internos de control y que regulen el uso de la fuerza. Reportó tres casos de uso letal de la fuerza en 2024, respuesta evidentemente inverosímil ante el contexto de violencia en la entidad. La Fiscalía General del Estado obtuvo -22 puntos, principalmente por la falta de autonomía y a la ausencia de procesos de promoción. El sistema penitenciario fue el peor evaluado, con -79 puntos. No reportó contar con protocolos operativos, ni con un registro confiable de personal, y ninguno de sus centros cuenta con certificación internacional (Asociación de Correccionales de América).
Como es sabido, a nivel nacional, el presupuesto asignado a la función de seguridad ha privilegiado la militarización en detrimento del fortalecimiento de las policías. En cuanto al presupuesto federal asignado específicamente a Michoacán, en 2025 se destinaron 279 millones de pesos del Fondo de Aportaciones para Seguridad Pública (FASP), cifra claramente simbólica. No se conoce el apoyo para el 2026, ni tampoco se conoce cómo se financiará el denominado "Plan Michoacán".
2) Comentario sobre el "Plan Michoacán". Se entiende la urgencia por incrementar la presencia de fuerzas federales, pero la militarización no suple, ni suplirá, las graves deficiencias que lastran el trabajo de las instituciones de seguridad y justicia en la entidad. Sobresale que en la presentación de dicho plan sólo se mencione una vez la palabra "policía" y no se mencione tampoco ninguna acción para el desarrollo de las policías, o de la fiscalía, o para contar con un mayor control penitenciario. En todo caso, se desconocen los objetivos, indicadores y plazos puntuales de dicho plan. No sobra decir que ningún avance será significativo si se continúan soslayando las redes político-criminales que asfixian a la entidad.
3) Incidencia delictiva. Entre enero y octubre de 2025, Michoacán se ubicó entre las diez entidades con mayor tasa de homicidios dolosos (asesinatos) por cada 100 mil habitantes. En ese periodo se registraron oficialmente 1,132 víctimas, lo que representa una disminución de 12% respecto a 2024; sin embargo, las personas desaparecidas aumentaron 14%, al sumar 787 casos. Asimismo, aunque sólo se contabilizan 38 secuestros, se registraron 1,022 casos de "otros delitos contra la libertad". En el mismo lapso, la entidad ocupó el tercer lugar nacional en robos violentos a transportistas (264 casos) y el quinto en robos violentos de vehículo (1,695). Pese a la alta incidencia de extorsión reportada por medios de comunicación, la fiscalía estatal solo reconoce 239 casos en lo que va de 2025. Estas cifras, de por sí graves, están evidentemente alejadas de la realidad; de hecho, para Michoacán se estima una cifra negra de delitos no denunciados de casi 94%.
4) Atrocidades. Entre enero y noviembre de 2025, Causa en Común documentó 323 atrocidades en el estado; entre ellas, 69 asesinatos con tortura, 34 mutilaciones, 19 fosas clandestinas, 18 masacres y 29 asesinatos de policías. A estas acciones de violencia extrema habría que añadir el uso de explosivos y drones armados por parte de los grupos criminales, así como desplazamientos forzados en algunas regiones del estado. Los asesinatos de los alcaldes de Tacámbaro, Tepalcatepec y Uruapan, del síndico de Penjamillo y del Presidente de la Asociación de Citricultores del Valle de Apatzingán, también acreditan la ingobernabilidad en la entidad.
La opinión de Causa en Común es que la grave situación que enfrenta Michoacán no mejorará sin proyectos de reconstrucción institucional, sin definiciones claras contra las principales organizaciones criminales y sus derivaciones políticas, y sin los presupuestos indispensables para llevar a cabo estas acciones.
